Sin embargo, la valiente tortuga logró sobrevivir a la lucha durante varios minutos antes de que el fotógrafo francés, Jean-Michel Labat, la ayudara a escapar. El hombre de 61 años estaba de visita en el país, específicamente en la zona de los llanos, cuando se topó con la extraordinaria batalla.
La anaconda se había apoderado de su presa en el agua, y estaba tratando de quitarle el aire a la tortuga, pero ésta fue capaz de aferrarse a la vida gracias a su duro caparazón.
Labat tomó fotografías durante un rato hasta que se dio cuenta que la tortuga estaba en serios problemas, por lo que dejó su cámara a un lado y la ayudó a safarse del depredador.