Luis Contreras trabajó como funcionario de la Policía Nacional Bolivariana durante tres años. Estuvo adscrito al Centro de Coordinación de El Valle. En mayo del año 2015 fue víctima de un atentado por parte de un grupo de delincuentes que pertenecían a la banda del Lucifer y le tendieron una emboscada. Recibió dos disparos que lo mantuvieron en estado crítico durante más de 15 días. Uno de los proyectiles le perforó el colon y pasó un año fuera de servicio.
Cuando le correspondía incorporarse al trabajo en junio de 2016 entregó su carta de renuncia para irse del país a buscar nuevas oportunidades laborales. “El ejercicio policial se convirtió en un oficio riesgoso en este país. Mi hermano tomó la decisión de irse porque los policías se han convertido en blanco del hampa. Ahora vive en Colombia tranquilo, tuvo que comenzar de cero como ayudante en una carpintería, pero al menos no se juega la vida en una ciudad insegura como Caracas. También gana un sueldo cónsono con sus necesidades”, contó su hermano, Braulio Contreras.
Contreras es uno de los 50 funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana que renunciaron durante el año 2016. Algunas de las dimisiones obedecieron a la búsqueda de mejores oportunidades fuera del país, mientras que otros se fueron para ejercer como escoltas en empresas privadas o cualquier otro oficio que les garantice mejoras salariales y mayor seguridad. Y es que durante 2016, según cifras recabadas por la Fundación para el Debido Proceso, fueron asesinados 414 agentes para robarles el arma de reglamento y la motocicleta. “Pese a que mi hermano tiene vocación de servicio, manifestó que no puede trabajar como policía en estas condiciones. Ellos están en desventaja ante el poder de fuego de los delincuentes. No pueden competir contra fusiles AR-15 y granadas”, explicó el hermano de Luis Contreras.
El año pasado cerca de 1.600 agentes renunciaron; 70% se marchó para trabajar en empresas de seguridad que les ofrecen mejor remuneración y el 30% restante, es decir, alrededor de 480 funcionarios, emigraron hacia otros países, señaló una fuente policial. Indicó que ha sido una tarea titánica ocupar esas vacantes, pues son contados los que aspiran a integrar las filas de un cuerpo policial. No quieren exponerse al poder del hampa.
Una de las instituciones que ha tenido que afrontar una ola de renuncias por esta causa es Polichacao. De acuerdo con el secretario de seguridad de esa jurisdicción, Gustavo Duque, el año pasado, 200 funcionarios se marcharon de la institución. La mayoría se fue a trabajar como guardaespaldas para ganar cerca de 400.000 bolívares mensuales y son funcionarios de carrera, con entre 15 y 20 años de trayectoria. Hay quienes están trabajando como empleados de seguridad en embajadas y consulados, donde les ofrecen otros beneficios competitivos, a pesar de que en Polichacao el sueldo de los agentes tuvo un ajuste de 124%.
El 30% del personal que se fue del organismo que componen 60 hombres se mudó a otros países para mejorar su calidad de vida. “En las últimas promociones de funcionarios se graduaron 20 y hasta 7 nuevos miembros, que no satisface la demanda de la institución”, informó la autoridad.
Un panorama similar ocurre en Polibaruta. Allí 120 agentes presentaron sus renuncias el año pasado y, según explicó el secretario de Seguridad de ese municipio, Manuel Tangir, se abrió la academia para formar nuevos agentes y cubrir las plazas. “En el área metropolitana hay cinco academias de policías, incluyendo la Universidad Nacional Experimental de la Seguridad. Estamos proyectando graduar a agentes por cohortes de tres meses para promover más hombres en cortos períodos”, explicó el jefe policial como una alternativa para paliar la crisis de personal por esta causa.
Este año de la policía municipal de El Hatillo se retiraron cuatro funcionarios porque se fueron del país. “Uno de ellos nos notificó que se iba a Uruguay a trabajar en una empresa de vigilancia privada porque aquí estaba expuesto al asedio de los grupos delictivos. También una agente que había quedado embarazada se marchó a casa de su hermana en Estados Unidos y dijo que no iba a tener a su hijo en un país en crisis. Se han establecido mejoras salariales y otros beneficios, pero se quedan cortos ante las ofertas del sector privado y la tranquilidad que les ofrecen otras fronteras”, destacó Einer Giulliani, secretario de seguridad de Polihatillo.
De los 1.254 funcionarios policiales que había en el año 2012 en Polisucre, solo quedan 700 para custodiar el municipio que tiene el barrio más grande del mundo. 85% de los agentes que ahora no están en las filas de la institución renunció y el 15% restante fue destituido por problemas disciplinarios. Esto ha traído consigo, en opinión del jefe de ese ente, Manuel Furelos, que el trabajo preventivo disminuya. Hay menos presencia de hombres en la calle, y la gente se siente segura cuando ve a un agente.
PNB, sin cumplir la meta
El presidente Nicolás Maduro anunció en enero de este año la incorporación de 10.000 funcionarios a las filas de la Policía Nacional Bolivariana. Sin embargo, el organismo no ha logrado la meta, según una fuente policial. Apenas han sumado 6.000 hombres en todo el país, a pesar de que han flexibilizado los requisitos de ingresos. Anteriormente no aceptaban que los funcionarios tuvieran tatuajes y ahora sí pero ocultos. La estatura mínima exigida en las mujeres para ingresar era de 1,60 metros de altura y actualmente son recibidas con 1,55. En el hombre la mínima era de 1,65 metros y los reciben de 1,60 metros. Al personal técnico le recomendaron que no fuesen tan rigurosos con las pruebas de admisión, en especial con los test psicológicos.
También han filtrado radiogramas a los agentes de las policías municipales y regionales con convocatorias para formar parte de la PNB, en los cuales ofrecen incorporarlos a proyectos residenciales de la Misión Vivienda y Mi Casa Bien Equipada, con el objetivo de atraerlos. Un funcionario que ingresó a finales del año pasado indicó que se trataba de una oferta engañosa.
El abogado Luis Izquiel dijo que hay cuerpos de seguridad que aceptan agentes que fueron destituidos de otros organismos por razones disciplinarias. En la Ley de Reforma de la Policía Nacional, que no pudo ser promulgada el año pasado por orden del Tribunal Supremo de Justicia, se obligaba a las instituciones de seguridad a investigar si tienen antecedentes.
Cifra destacada
6.000 funcionarios requiere la zona de la Gran Caracas para cubrir el déficit de agentes por renuncias, según investigaciones policiales.
fuente.EN