«Estoy ansioso por conocer la percepción que Daniel tiene de lo que conversó con Lobo», dijo Chávez a los periodistas que le preguntaban por el contenido de su visita, que está rodeada de un gran secretismo y de la cual las autoridades locales no han dado ninguna información de agenda o duración.
El presidente venezolano se refirió así a la reunión que mantuvieron el pasado viernes Ortega y Lobo en su primera entrevista desde que el gobernante hondureño, que no es reconocido como legítimo por Managua ni Caracas, asumió el poder en enero pasado.
Ni Managua ni Caracas reconocen a Lobo por considerar que llegó a la Presidencia de Honduras en un marco de ruptura del orden constitucional tras el golpe de Estado de junio pasado contra el entonces mandatario, Manuel Zelaya.
En el transcurso de un recorrido de más de cinco horas a bordo de un jeep conducido por Ortega desde el aeropuerto militar y que le llevó por diversos barrios de esta capital, el gobernante venezolano fue dejando caer otros puntos de su agenda.
Anunció que discutirá con el presidente anfitrión el futuro de más de 50 proyectos en el marco de la Alianza Bolivariana para las Américas (ALBA).
El jefe de Estado venezolano dijo, sin dar detalles ni precisiones, que algunos proyectos continuarán su marcha y sus avances, pero otros no, como la construcción de una refinería cerca de Puerto Sandino, en el Pacífico de Nicaragua, en un programa que será «revisado».
Chávez y Ortega colocaron en julio de 2007 la primera piedra de la refinería, que fue bautizada El Supremo Sueño de Bolívar, y tiene un presupuesto para su construcción en cinco años de 3.900 millones de dólares.
Esa refinería, para cuyo levantamiento comenzaron los movimientos de tierra aunque oficialmente no se hayan dado a conocer la marcha de los trabajos, tendrá capacidad para procesar 150.000 barriles de crudo diarios y podría convertir a Nicaragua en exportador de derivados del petróleo, según dijeron entonces las autoridades.
Otros proyectos que serán discutidos están relacionados con ganadería, pesca, energía, madera, agricultura, educación, turismo sobre los cuales Chávez dijo, siempre sin detallar, «se tomarán decisiones».
Al ser preguntado por las críticas de la oposición nicaragüense a que los fondos de la ayuda venezolana no se incorporen al presupuesto nacional y por tanto no tengan el control parlamentario correspondiente, Chávez indicó: «la cooperación es de Estado a Estado y no conozco de esas críticas».
Durante el recorrido, Chávez se bajó del vehículo para charlar con pobladores en algunos barrios de esta ciudad y posteriormente realizó junto a Ortega y sus respectivas comitivas un paseo por el Lago de Managua.
El presidente venezolano se interesó en el programa turístico que se lleva a cabo en el puerto Salvador Allende de Managua, donde los pobladores de la capital realizan paseos turísticos, y anunció que impulsará un programa similar en los lagos de Valencia y Maracay en su país.
Chávez aseguró a su llegada al aeropuerto de la Fuerza Aérea de Nicaragua, donde fue recibido por Ortega y su esposa, Rosario Murillo, que llegaba a Managua «con mucho ímpetu, animo y a trabajar».
Allí mismo, el mandatario venezolano abogó por la integración regional y la «unión política, social, geográfica y económica, y plena» de los pueblos de la región.
«Sólo eso nos permitirá liberarnos de una vez y para siempre de todas las cadenas del imperio (EE.UU.) y de la dependencia en lo cultural, político, social y económico. Sólo unidos seremos libres», agregó.
Por su parte, Ortega se refirió al octavo aniversario del golpe de Estado de abril de 2002, cuando «el pueblo venezolano rescató a su presidente del imperio y de los golpistas», y al nuevo espacio abierto que es la ALBA «en medio de las cadenas del capitalismo global impuesto en el planeta».
Durante el Gobierno de Ortega, que comenzó en enero de 2007, Chávez ha visitado Nicaragua al menos siete veces, tres en el 2007, dos en 2008, una en 2009 y la actual.
jm / Reporte360