Chen y Jin, ambos de Heilongjiang (la provincia más septentrional de China y famosa por sus bajas temperaturas invernales) aguantaron dentro largo tiempo sin apenas inmutarse, y el segundo incluso mostró su pericia en la caligrafía china mientras estaba enterrado en el hielo.
A los 118 minutos de competición, Chen solicitó ser sacado de la cabina al reconocer que no podía resistir más el frío, por lo que Jin fue declarado ganador de la competición con 120 minutos.
Durante el desafío, las constantes vitales de Chen y Jin, que sólo vestían un bañador, fueron controladas por médicos para prevenir desgracias.