Nathan Copeland era incapaz de sentir, mover los brazos y las piernas, tras estar 10 años en esta condición, la ciencia le dio otra oportunidad para mejorar su calidad de vida.
Los científicos lograron implantar electrodos en una parte de su cerebro la cual controla el tacto y la estimulación eléctrica de esta región.
Cuando los investigadores vendaron los ojos de Copeland, él fácilmente pudo identificar correctamente qué dedo robótico quería utilizar.
“La mayoría de ellos, se sentían como una presión o una sensación de hormigueo en mi propio dedo”, dijo Copeland al ser entrevistado.
Copeland estaba conduciendo por la noche mientras llovía, de repente perdió el control y tuvo un accidente el cual le provocó el rompimiento de su cuello, una lesión de médula espinal dejándolo cuadripléjico.
Con información de Dailymail