El atacante se suicidó después de disparar a su alrededor con el arma automática, dijo un portavoz de la comunidad de Alphen aan den Rijn. Testigos dijeron que el hombre entró al mediodía al centro comercial De Ridderhof y empezó a disparar de repente.
“Disparó indiscriminadamente a su alrededor, nosotros corrimos para salvar nuestra vida”, contó una mujer. “Se desató el pánico, la gente caía una sobre otra”, agregó.
Las autoridades han instalado en una iglesia cercana un centro para atender a los testigos y a los familiares de las víctimas, señaló el alcalde Bas Eenhoorn. El lugar está unos 40 kilómetros al sur de Ámsterdam.