Luego de 30 meses con un racionamiento de agua que se ha intensificado en el tiempo, Hidrocapital apeló a la opacidad de la información: ahora no anuncia cuándo cesará el plan ni tampoco publica el nivel de agua que tienen los 10 embalses que abastecen la Gran Caracas desde febrero de 2016.
Lo último que se supo sobre el embalse Camatagua –principal surtidor de agua potable para Caracas, Altos Mirandinos y Valles del Tuy desde que se inhabilitó Lagartijo– es que estaba a 75% de su capacidad en mayo. “De los 1.571 millones de metros cúbicos que posee el embalse de Camatagua, actualmente tenemos 1.186 millones de metros cúbicos. Es muy buen nivel y alcanza para bombear los 13.000 litros por segundo que estamos enviando por 836 días”, declaró Ernesto Paiva, entonces presidente de Hidrocapital y ahora ministro para Ecosocialismo y Agua.
Paiva no habló del embalse Taguaza, que también surte a Caracas. Pese a sus niveles adecuados tampoco anunció un cese del racionamiento que mantiene a la Gran Caracas hasta cuatro días de la semana sin agua en el Distrito Capital, y hasta seis en Guarenas, Guatire y Altos Mirandinos.
El Instituto Nacional de Meteorología e Hidrología publicó el boletín climatológico hasta octubre de 2016. Para ese momento el documento citaba: “En la región (Central) prevaleció el superávit pluviométrico (valores registrados por encima del promedio) en los estados Aragua, Miranda y Distrito Capital, en el resto los valores se mantuvieron ligeramente por debajo del promedio”.
“Extraoficialmente en las cuencas de los embalses que integran el Sistema Tuy que suministra agua al área Metropolitana de Caracas, la precipitación estuvo por encima del promedio, pero fue insuficiente para recuperar totalmente los embalses”, asegura el ingeniero hidrometeorológico, Valdemar Andrade.
José María de Viana, ex presidente de Hidrocapital, denuncia que la omisión de la información no es nueva y, por lo general, es una estrategia cuando los números no favorecen a la empresa estatal, pero esta vez es todo lo contrario. “Estamos al final del invierno y no se puede decir que la temporada de lluvias fue pobre, sino que estuvo por encima de lo normal. El nivel del embalse ahora no explica el racionamiento. Usted (Hidrocapital) me dijo que el racionamiento era porque no llovía, pero ya pasó la temporada seca y llovió desde julio. En diciembre y enero sigue lloviendo, es decir, estamos frente a un fenómeno que no es sequía y aún así no se hace público el problema”, refuta.
De Viana reitera las denuncias que hoy se hacen evidentes: a Caracas le entran 5.000 litros de agua menos al día que en marzo de 1999, cuando Jacqueline Faría comenzó la gestión en la empresa estatal y se debe a un problema de bombeo.
“Hidrocapital no ha dicho que el sistema Tuy I y Tuy II –que surte a la ciudad– funcionan a 50% de su capacidad. El sistema Tuy II tiene 6 líneas de bombeo, pero solo operan 3 líneas de bombas. Y en Tuy I de 4 líneas de bombeo, solo operan 2. Quiere decir que de Tuy II entran 3.000 litros menos de la capacidad de transporte y de Tuy I entran 2.000 litros menos”, explica De Viana.
El ministro Paiva dijo en mayo del año pasado que Hidrocapital surte 550 litros de agua por habitante al día, y las normas internacionales consideran “suficientes” 250 litros por habitante. “Si bien tenemos suficiente agua aquí (en Camatagua) es un recurso natural que puede agotarse. Debemos ser conscientes en su uso y no derrocharla”.