De manera paralela al sepelio, un grupo de encapuchados, presuntos miembros del grupo Tupamaros, secuestraron un camión de gas licuado de la empresa Mérida Gas en las cercanías de las residencias estudiantiles Domingo Salazar, ubicadas en La Hechicera y luego de descargarlo, le prendieron fuego.
Los encapuchados, quienes supuestamente protestaban por la muerte de su compañero de ideología, protagonizaron enfrentamientos con policías que no pudieron detener las acciones violentas, lo que ameritó que llegara al sitio la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).
En una batalla campal que atemorizó a los vecinos de La Hechicera por más de cuatro horas, resultaron heridos de bala dos guardias y dos manifestantes resultaron con quemaduras de segundo grado, toda vez que las bombonas de gas licuado fueron deflagradas.
Los funcionarios castrenses heridos son el sargento Oswaldo Domínguez Herrera de 21 años de edad quien recibió 3 impactos de bala (dos en la axila y uno en el muslo derecho) y el sargento Pascual Avendaño Méndez de 34 años, quien recibió un disparo en la pierna.
Ambos fueron llevados a la Clínica Albarregas donde les prestaron asistencia.
Tanquetas de la GNB se apostaron a las afueras de las residencias estudiantiles desde donde se hicieron los disparos y se conoció que el secretario general de gobierno, Alfonso Rodríguez, intentó mediar para que los encapuchados entregaran las bombonas, acción que no logró, toda vez que los presuntos tupamaros se negaron, hasta tanto no se retirara del sitio la GNB.
En Mérida ya van 4 noches de violencia y enfrentamientos entre manifestantes y la fuerza pública, situación que mantiene en vilo la tranquilidad de los ciudadanos.
Rechazan la represión policial contra estudiantes y vecinos y que no se haga nada contra los grupos encapuchados, a quienes responsabilizan de la anarquía que vive la ciudad.
El Universal