La vacunación contra la hepatitis B es la forma más segura de prevenir esta enfermedad altamente infecciosa, que en su estado crónico puede producir cirrosis o cáncer al hígado. Es necesario aplicar la serie completa de la inmunización para asegurar la protección.
A continuación datos importantes que brinda el Ministerio de Salud (Minsa) y de la Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU.
En niños y adolescentes:
Los bebés deben recibir 3 dosis de la vacuna contra la hepatitis B:
1a dosis: en las 24 horas del nacimiento
2a dosis: 1 a 2 meses de edad
3a dosis: 6 a 18 meses de edad
Cualquier persona hasta los 18 años de edad que no haya recibido la vacuna cuando era más joven también debe vacunarse.
En adultos:
La vacuna se administra en tres dosis durante un periodo de seis meses. La segunda dosis se debe administrar a los 2 meses después de la primera, y la última dosis se debe administrar a los 4 meses de la segunda dosis.
Todos los adultos que estén en riesgo de una infección por hepatitis B deben vacunarse. Esto incluye a:
– Personal de salud.
– Población indígena amazónica.
– Personal de las fuerzas armadas, policiales y bomberos.
– Personas con hemofilia (enfermedad hereditaria que se caracteriza por un defecto de la coagulación de la sangre).
– Personas que se realizan hemodiálisis (tratamiento para eliminar sustancias tóxicas de la sangre).
– Personas con enfermedades crónicas (p. ej. Diabetes u obesidad).
– Personas con VIH.
– Personas privadas de la libertad.
– Trabajadoras sexuales.
– Hombres que tiene sexo con hombres.
Los adultos de 60 años también pueden vacunarse, lo mismo que las mujeres embarazadas.
¿Quién no debe aplicarse la vacuna contra la hepatitis B?
– Cualquier persona con alergia a la levadura que pueda poner en peligro la vida o que sea alérgica a cualquier otro componente de la vacuna, no debe aplicársela.
– Cualquier persona con una enfermedad moderada o severa, debe esperar hasta que esté recuperada.
¿Cuáles son los síntomas de la hepatitis B? Aunque la mayoría de casos de hepatitis B no presenta síntomas.
Los signos de alerta más frecuentes son: cansancio, pérdida de apetito, fiebre, tono amarillento de la piel o los ojos (ictericia), dolor muscular o de articulaciones, dolor de estómago, náuseas y vómitos.
Fuente.I21