Henrique Capriles Radonski, gobernador del estado Miranda, criticó el retraso en la circulación de los billetes y monedas que conformarían el nuevo cono monetario que, aseguró, ha generado un clima de tensión en el país.
“El día sábado por VTV mostraron el avión bajando los nuevos billetes. Primero hablaban de 30 millones, después dijeron que eran 76 millones. Hasta ahora no hemos visto ni el primer billete. Sin embargo, en el mejor de los casos, con la población que tenemos eso alcanza solo para tres de billetes de 500 por persona”.
“¿Maduro, dónde están los billetes?”, cuestionó el mandatario mirandino. “Las cosas caen por su propio peso. Las mentiras que nos dijeron para sacar los billetes de 100 de circulación quedaron al descubierto. Ya los venezolanos descubrimos el cuento chimbo de los billetes”, agregó.
Recordó que la no incorporación del nuevo esquema de monedas de Venezuela y el retiro del ejemplar de 100 bolívares generó “caos, incertidumbre y preocupación” en el pueblo, por lo que aconsejó al Gobierno nacional permitir la circulación de las formas anteriores hasta que se actualice el nuevo cono monetario.
“Faltan 11 días para que se termine el año. ¿Qué harán si el 2 de enero no se han incorporado los billetes? ¿Volverá el caos? En Navidad nunca habíamos tenido una situación tan difícil como ésta”, agregó.
El líder opositor desmintió que el Ejecutivo nacional haya intervenido un banco privado este martes. “El Gobierno lo que busca es empezar a correr rumores para desestabilizar el sistema financiero. No estamos para estar corriendo bolas en una situación tensa como la que tenemos”.
El mandatario regional lamentó que la Canasta Alimentaria Familiar haya alcanzado los 460 mil bolívares durante el mes de noviembre, reflejando un aumento de 30 mil bolívares con respecto a octubre, lo que significa que se requieren 17 salarios mínimos para adquirirla.
“En un país en crisis, aunado a la escasez e impunidad en que vivimos, casi medio millón de bolívares le cuesta a una familia de cinco personas poder cubrir los alimentos, eso sin contar con la canasta básica, que incluye servicios entre otros. En Venezuela hasta tomarse un refresco es un lujo”, concluyó.