Un repunte en las lluvias, más generación de electricidad alterna a la hidroeléctrica y planes de ahorro rigurosos son las únicas herramientas que permitirían impedir que se concrete la amenaza de apagón de buena parte del país, ya que más de 70% de la electricidad en Venezuela se genera a partir del hoy afectado embalse de Guri.
Los escenarios manejados por Corpoelec, a diciembre de 2009, anuncian que la peor parte de la crisis energética no solamente se vivirá en 2010. Al menos durante los primeros cuatro meses de 2011 también estará fuertemente comprometida la generación de electricidad por el descenso en los niveles del Guri.
Algo similar se proyecta para el segundo trimestre de 2012, cuando la cota de agua del Guri estará cerca de la zona de colapso (ver infografía).
Esta alarmante proyección oficial apunta a que, en los mejores momentos a registrarse entre 2010 y 2012, el nivel de agua disponible en el embalse de Guri para generar electricidad nunca estará por encima del escenario en el que vivimos en la actualidad. Vale decir que hoy el país está a las puertas de la llamada “emergencia eléctrica”, que implicaría el racionamiento forzado del servicio eléctrico por la falta de generación.
Esto lleva a estimar un déficit de energía en 2010 equivalente al suministro eléctrico de Caracas durante 11 meses. Para 2011 la brecha crece y se calcula en el equivalente al suministro de la capital por 19 meses. Sólo en 2012 la brecha baja, a un equivalente a 4 meses de tal suministro. Vale recordar que Caracas consume unos 1.600 megavatios diarios, casi el equivalente a la meta de ahorro del Gobierno.
Guerra anunciada “La crisis eléctrica de Venezuela la causó la falta de inversión en la red de distribución”, afirmó en octubre de 2005 el entonces presidente -de la ahora casi extinta- Cámara Nacional de la Industria Eléctrica (Caveinel), Guillermo Escobar. La reflexión la hacía en relación a la crisis eléctrica recién experimentada en el país, cuyo epicentro se registró al cierre del primer semestre de 2003.
En ese entonces la cota del embalse de Guri se acercó a los 245 metros sobre el nivel del mar, una marca que casi obliga a la paralización de unidades en la central hidroeléctrica Guri. La crisis, aunque severa, fue compensada con planes de ahorro y con otras fuentes de generación.
De hecho, el parque térmico utilizaba entonces menos del 67% de su capacidad anualmente, lo que dio un margen de maniobra ante la situación.
Historia repetida Escobar señalaba entonces que el no subir las tarifas eléctricas ni entregar recursos financieros para el sector significó que la red de distribución no recibió inversiones durante los últimos 6 a 8 años. Así, en 2005, llamaba a revisar la situación para evitar un deterioro mayor, aunque en términos de generación de electricidad no se preveían problemas para los siguientes tres años, es decir, hasta 2008.
A lo largo de estos años las tarifas eléctricas se han mantenido congeladas y el sector eléctrico pasó al control del Estado.
Enzo Betancourt, presidente del Colegio de Ingenieros de Venezuela, declaró esta semana que a raíz del gran apagón que dejó sin electricidad a casi todo el país en septiembre del 2008, durante ocho horas, en esa institución “hicimos nuevos estudios, análisis y recomendaciones que les fueron presentados al Gobierno. Indicábamos allí que se debía hacer una inversión estimada entre 5 a 6 mil millones de dólares para culminar la represa Tocoma, Termo Zulia II, para hacer la generación eléctrica de gas y gasoil, y planteábamos, entre otras soluciones, finalizar con urgencia la represa Uribante-Caparo”.
El Gobierno -indicó Betancourt- hizo caso omiso de esas advertencias, y no tomó la decisión definitiva de hacer las inversiones correspondientes y los resultados los estamos viendo en la actualidad.
Sin ejecutar En 2003, expertos eléctricos que participaron en un foro sobre el tema en el IESA estimaban que la inversión requerida para el sector en los siguientes 10 años ascendía a más de 13.400 millones de dólares.
Entre 2004 y 2009, sólo por la vía de los ingresos extraordinarios, al sector eléctrico se le asignaron 6,5 millardos de dólares. Este monto no incluye las asignaciones ordinarias ni los montos que el sector percibió por préstamos de organismos como el BID y la CAF.
No obstante, las metas no se alcanzaron, según han señalado diversos expertos en el área.
Ángel Rodríguez dijo a comienzos de enero, cuando todavía era ministro para la Energía Eléctrica, que al cierre de 2009 no se había cumplido la meta prevista. De treinta y cuatro proyectos programados, de 1.470 megavatios, solo 600 megavatios se habían generado para el momento de su declaración.
Esto es lo que hay El informe de Corpoelec de diciembre de 2009 estima que a lo largo de 2010 entren 1.250 megavatios al sistema gracias a la nueva generación que aportarán Planta Centro I (a partir de febrero), Alberto Lovera (en octubre), Fabricio Ojeda I (igual en octubre), Ezequiel Zamora (en agosto) y Cabrutica I (en diciembre). Es decir, que en la etapa crítica de la sequía del Guri – estimada para entre marzo y junio de este año- sólo se contará con los 400 megavatios que entraría a aportar Planta Centro I.
Se suman otros planes y para 2011 y 2012 se proyecta incorporar más plantas de generación.
El Universal