MARACAIBO.- “Ya no se puede ni comer patas de pollo”. Con el desconcierto marcado en el rostro, Berta Romero, ama de casa, se tuvo que devolver a su vivienda con las manos vacías por no tener suficiente dinero para comprarlas la mañana de este miércoles 4 de septiembre.
Por un kilo de patas de pollo, en el mercado de Santa Rosalía, le pidieron ¡35 mil bolívares!
Pero el precio de las patas de pollo no es el único que espanta a la gente. El kilo de queso ronda los 50 mil bolívares. Le sigue el cartón de huevo que ya llegó a los 60 mil.
Lo mismo sucede con el kilo pollo que se consigue en 50 mil. Mientras que el costo de la carne va sin frenos: molida vale 65 mil bolívares y el kilo de bistec está costando los 72 mil bolívares soberanos.
Esta semana, el director del Centro de Documentación y Análisis para los Trabajadores (Cendas), Oscar Meza, afirmó en una entrevista que “una familia venezolana necesita 300 dólares mensuales para adquirir los productos de la canasta alimentaria”.
Meza, recordó que la canasta alimentaria de julio se ubicó en 3 millones 247 mil 472 y el salario mínimo es de 1,2%, es decir tienes un déficit de 98,8% para comprar alimentos con los precios de julio.
“Diariamente en el mes de julio se requerían 108.249,07 bolívares diarios, vale decir casi tres salarios mínimos con los cuales probablemente hace 10 años podíamos adquirir la canasta alimentaria (…) Una familia trabajadora necesita 300 dólares para poder adquirir los alimentos y el salario mínimo en este momento probablemente está en $2 mensuales”.
El director del Cendas señaló que la situación económica en Venezuela podría agravarse debido a la hiperinflación que atraviesa el país. Sobre el Bolívar aseguró que “estamos en vías de que se extinga”.
Fuente. Panorama