El estudio, elaborado por la consultora FTI Consulting, sitúa a Haití (puesto 19) en la cabeza de la lista de los peores países, seguido de Venezuela (18), que sube un puesto en falta de seguridad pública y peligrosidad, y Honduras, que repite su posición (17).
A excepción de Venezuela, que empeoró, todos los demás países mantuvieron su calificación anterior.
“La grave crisis económica, junto con los apagones y las interrupciones del suministro de agua y alimentos, así como la polarización política y la grave inestabilidad jurídica, han contribuido a una espiral de secuestros, violencia y extorsiones” en Venezuela, señaló Frank Holder, director del FTI Consulting.
Una situación de deterioro creciente en la seguridad pública que sitúa al país suramericano como el segundo más peligroso de América Latina para las multinacionales.
Pese a la nueva fuerza de policía nacional creada a finales de diciembre pasado, el éxito en la lucha contra la delincuencia ha sido escaso, según el informe, que atribuyó a la continua politización del cumplimiento de la ley el fracaso de la iniciativa.
El número de asesinatos en 2009 en Venezuela alcanzó los 16.047 (54 muertes violentas por cada 100.000 habitantes), mientras que en 2008 fue de 14.589 homicidios.
En 1999, año en que Hugo Chávez asumió el poder en el país suramericano, la cifra de asesinatos se situó en 4.550 homicidios, según el Observatorio Venezolano de la Violencia.
Después de El Salvador, Venezuela presenta el índice más alto de asesinatos en América Latina.
El informe mide el grado de seguridad en 19 países de América Latina basado en estadísticas proporcionadas por las diferentes policías nacionales, gobiernos, organizaciones no gubernamentales e instituciones privadas.
Según este ránking, Honduras, El Salvador y Guatemala empeoraron su situación, mientras que Colombia y Bolivia experimentaron una mejora en el índice de seguridad para ejecutivos de multinacionales.
Por su parte, Costa Rica mantiene por tercer año consecutivo el puesto de país latinoamericano más seguro para los ejecutivos. Le siguen Chile y Uruguay, segundo y tercero, respectivamente.
El estudio destaca que México, pese a la ola de violencia y asesinatos que vive, no está situado entre los peores en la región.
Haití, Venezuela, Honduras y El Salvador son considerados aún más peligrosos para los directivos de empresas.
Haití es el país más peligroso incluso desde antes de los episodios de saqueo que se produjeron tras el terremoto que asoló la nación el 12 de enero pasado.
Honduras, por su parte, ha pasado de ser el séptimo país más peligroso para los ejecutivos extranjeros al tercero. En 2009, el número de asesinatos aumentó un 30 por ciento comparado con el año anterior.
“La inestabilidad política y la violencia que golpeó el país (Honduras) se ha calmado con la elección de un nuevo presidente”, Porfirio Lobo, pero “el problema de las ‘maras’ no ha sido todavía resuelto con eficacia”, indicó Holder.
La impresión general es que Hispanoamérica mantiene un nivel de inseguridad pública similar al registrado en 2009, con algunas notables excepciones que reflejan un empeoramiento o una mejora sustantiva.
“La inseguridad pública continúa siendo una de la principales preocupaciones de los ciudadanos en prácticamente todos los países de la región”, agregó Holder.
En ese contexto, indicó que la inseguridad pública actúa como un “inhibidor del crecimiento en detrimento de la calidad de vida general”.
NP