Los estudios sobre el uso pre quirúrgico del ejercicio demostraron una mejoría de la capacidad física, pero sin cambios en la calidad de vida asociada con la salud inmediatamente después de la intervención.
En tanto, los estudios sobre el uso post quirúrgico del ejercicio revelaron la misma mejoría, pero los resultados sobre la calidad de vida fueron contradictorios.
Un solo estudio (sobre pacientes con enfermedad avanzada) no reveló un aumento significativo de la capacidad física.
Otras investigaciones, indicó Granger, habían demostrado “que la aptitud física estaría asociada con una mayor supervivencia en pacientes con cáncer pulmonar”.
“Ahora, la pregunta a responder es si una intervención física después del diagnóstico mejora la calidad de vida y, quizás, la supervivencia, si se la compara con la atención habitual en esa población”, dijo la investigadora.
El equipo, concluyó la autora, “está realizando estudios para responder algunas de las dudas pendientes