José Aguilar, ingeniero y especialista en la crisis eléctrica venezolana, señaló que con los actuales niveles sólo hay 18% del volumen útil del embalse para la Casa de Máquinas II de la central, generando una vulnerabilidad que precipita al país al borde de un racionamiento nacional inevitable.
Desde principios de año ya se conocía que el Complejo Hidroeléctrico Guri entraría en estado crítico en caso de que no se tomaran las previsiones necesarias. El pasado 2 de marzo, el gobierno decidió paralizar una de las turbinas que redujo 730 MW de energía, trayendo como consecuencia un suministro eléctrico deficiente.
Asimismo, manifestó que esta cota llega 65 días antes de la fecha en la que se registró el mínimo logrado (248,04 metros) el 11 de mayo 2010 cuando se declaró la emergencia eléctrica en el país.
Aguilar también acotó que el descenso del embalse evidencia que “han abusado” de la ausencia de energía térmica.
“La energía térmica con 17 mil 600 megavatios de potencia instalada, apenas si puede reunir unos 5 mil 500 a 6 mil MW y a veces hasta menos, lo que le da una muy pobre disponibilidad efectiva de un 31%, es decir casi el 70% de la potencia termoeléctrica del país está indisponible y eso es lo que le impide generar la suficiente energía que se mide en gigavatios hora (GWh) por día para complementar al Guri”, dijo.
De igual forma, expresó que la hidroelectricidad en Venezuela “muy pronto no podrá ni suplir el 50% del requerimiento energético del país”.
“Sí el Sistema Eléctrico Nacional hubiese contado con apenas el 49% de disponibilidad promedio desde cuando empezó el presente ciclo de hidrología desfavorable en mayo de 2014, ahora el Guri tuviese 19 metros más de agua al cierre de febrero de este año y no tuviera el país sufriendo, ni con el tsunami de racionamientos que se avecina”, finalizó.