En el hecho falleció un niño de 10 años, otro de 14 y un adolescente de 17 años.
De acuerdo con vecinos del sector, que no quisieron ser identificados por temor a que los atacantes tomen acciones en su contra, los antisociales entraron disparando sin mediar palabras, portando armas largas, chalecos antibalas y pasamontañas. Los tres chicos murieron producto de ese tiroteo.
Según otra versión extraoficial, los atacantes le ordenaron a los jóvenes que se acostaran boca abajo en medio de la calle. Minutos más tarde, los ejecutaron disparando sus ametralladoras.
Los miembros de la comunidad del oeste de la ciudad comentaron que los individuos agredieron con patadas y culatazos a las mujeres que presenciaron el crimen. Se conoció además que los antisociales accionaron sus armas largas durante media hora.
José Gregorio Viloria, padre de una de las víctimas, relató que una vez que el fuego cesó acudió al lugar y vio el cuerpo tirado de su hijo. «Hay que ponerle un parao a la inseguridad», expresó.
Los muchachos fueron trasladados al hospital José Gregorio Hernández pero ingresaron sin signos vitales al centro asistencial.
De acuerdo con fuentes policiales, el ataque fue generado a causa de una posible venganza cobrada por el grupo irregular. El viernes, un sujeto perteneciente a una banda del sector Las Barras de Las Brisas de Propatria le dio muerte al hijo de uno de los líderes del grupo irregular, el cual tiene su radio de acción en la parroquia 23 de Enero.
Un muerto y tres heridos
En otros casos, Jean Carlos Salas, de 28 años, falleció tras quedar en medio de una balacera en la parte baja del barrio Metropolitano, a la una de la mañana del domingo.
Familiares de la víctima indicaron que la comunidad estaba celebrando una fiesta de cumpleaños, cuando un sujeto abrió fuego contra los presentes. Salas recibió seis disparos, mientras que otras tres personas resultaron heridas. Se conoció que los lesionados fueron llevados al hospital Pérez de León, y están fuera de peligro. Salas, quien laboraba como latonero en un taller de Mariches, dejó huérfanos a cuatro pequeños de cuatro, diez, doce y trece años.
En otro caso, Fernando Flores, de 18 años, fue asesinado en la parte alta del barrio 5 de Julio, sector El Chinchorro, de José Félix Ribas, Petare.
De acuerdo con Blanca Barrera, madre de la víctima, su hijo estaba visitando a la novia en el sector cuando fue atacado con múltiples disparos por unos antisociales del sector, a las 7 p.m. del domingo. El muchacho falleció en el sitio a causa de varias heridas de bala en brazos y piernas. Trabajaba como empaquetador en un supermercado.