Aliados del gobierno venezolano -como el Partido Comunista (PCV)- impugnaron un proceso de validación de movimientos políticos por considerar que terminará ilegalizándolos, lo que amenaza la coalición de izquierda que apoya al presidente Nicolás Maduro.
El PCV y Patria para Todos pidieron al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) anular el requisito, alegando que las condiciones son imposibles de cumplir, argumento que comparte la alianza opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD).
Otro socio del chavismo -el partido Redes- impugnará el proceso impuesto por el Consejo Nacional Electoral (CNE), dijo este jueves a la AFP el exalcalde de Caracas Juan Barreto, secretario de la agrupación.
Las tres formaciones integran el Gran Polo Patriótico (GPP), una alianza electoral que según analistas fue clave para que el fallecido presidente Hugo Chávez (1999-2013) lograra ser reelegido en 2012.
Las condiciones «crean obstáculos para los partidos revolucionarios», señaló este jueves Douglas Gómez, miembro del PCV.
El principal integrante del GPP es el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que está exento de la validación por haber participado en las más recientes elecciones, las legislativas de 2015 que ganó ampliamente la oposición.
Los demás partidos venezolanos -incluidos los que conforman la MUD- tendrán que recoger firmas equivalentes a 0,5% del padrón electoral en 12 estados, durante dos días por agrupación.
La mayoría de formaciones considera insuficientes las máquinas de registro de huellas dispuestas por el CNE.
Aunque rechaza la exigencia del órgano electoral, la oposición no ha acudido al TSJ, al que considera parte del gobierno.
Esta medida «puede dejar inhabilitados a prácticamente todos los partidos», advirtió Barreto sobre el proceso que arrancó el pasado sábado y se extenderá hasta fines de junio.
El dirigente alertó sobre una fractura en la coalición chavista, que considera una «efectiva alianza electoral». Venezuela debe realizar este año elecciones de alcaldes y gobernadores, y presidenciales en 2018.
«Si eliminan a los más incondicionales aliados del gobierno, ya el Polo no sería ni una alianza político-electoral. No tenemos ni un portero en un ministerio, nuestra alianza es ideológica», sostuvo.
El politólogo Luis Salamanca comentó a la AFP que en 2012 Chávez «ganó la presidencia con el voto de los aliados». No lo hubiera logrado «solo con el voto de su partido», dijo.