“Esto es como Navidad, Año Nuevo y el nacimiento de tu primogénito, todo junto”, comentó Steve Williams, un empleado del estadio AT&T Park de 51 años, mientras se reunía con compañeros de trabajo al comienzo del desfile en el distrito financiero. “Estoy en el paraíso”.
Los hinchas abarrotaron las aceras e inundaron el centro cívico para homenajear a un equipo que el lunes ganó su primera Serie Mundial en San Francisco al vencer en cinco partidos a los Rangers de Texas.
Muchos de los más fervientes seguidores de la novena estuvieron desde antes del amanecer para asegurar un buen puesto, y otros se ausentaron del trabajo y sacaron a sus hijos de la escuela para ver la celebración.
“Quiero ver a los héroes de la ciudad y compartir sonrisas con todos los fanáticos que han estado todas sus vidas esperando por esto”, señaló Teddy Hutcherson, de 31 años.
Bajo un cielo soleado, el papel picado llovía sobre los miembros del equipo y autoridades de la ciudad mientras participaban del desfile montados en vehículos descapotados y los típicos tranvías.
Los postes de luz de la ciudad estaban pintados de negro y naranja, los colores del equipo, mientras por todos lados habían pancartas proclamando a los Gigantes campeones de la Serie Mundial.
En general, un ambiente de fiesta reinaba en la ciudad.
“Nunca he visto algo así en mi vida”, comentó el jardinero central Andrés Torres. “Este desfile ha sido increíble”.
Fanáticos de Brian Wilson, el taponero cuya barba negra se ha convertido en una obsesión local, le rindieron tributo pintándose barbas y con camisetas que leían “Teman a la Barba”. Wilson le reciprocó al público saltando y saludando a los seguidores.
El alcalde Gavin Newsom se expresó contento al reconocer que se crió como “un hincha fanático de los Gigantes”.
“Pensé que vería (un título de Serie Mundial) en mi vida, pero nunca que lo haría como alcalde”, comentó Newsom.