En los 3 minutos y 40 segundos de la cinta, que está marcada por lamentos angustiados, gritos desesperados y la trabajosa respiración de una mujer moribunda, los vecinos piden que alguien venga a ayudar a Natalia Hamilton, de 34 años, y a su hija Alexis, de 19 años de edad, que había regresado a casa desde un college de Jacksonville para las fiestas.
La familia celebraba la víspera de Año Nuevo juntos, pero no sobrevivió al primer día del 2012.
La madre yacía en un charco de sangre en el cuarto de lavar, la hija en el piso de la sala después de recibir un disparo de Eric Montgomery, de 28 años, a quien se le negó la libertad bajo fianza y permanece en la cárcel del condado de Broward, acusado de dos cargos de asesinato premeditado.
Sus frenéticos momentos finales fueron registrados en la cinta, mientras el operador del 911, con calma y persistentemente, hacía preguntas a los vecinos que gritaban.
Operador: 9-1-1. Emergencia.
Voz de mujer desesperada: “Estoy en … no sé donde estoy. Un hombre acaba de matar a su familia entera!”
Operador: ¿Está usted en Lauderhill?
Mujer: “Sí. Les disparó a todos los que hay aquí”. (Gritos desgarradores en el fondo).
Operador: ¿Es esto una casa o un apartamento?
Mujer: “Una casa”.
Operador: ¿Dónde está ahora?
Mujer: “¿Puede usted enviar a alguien rápido? Se ha ido! Se ha ido!”
Operador: ¿Está en un auto?
Mujer: “Está en un camión … Oh, cariño, oh, Dios mío, estás viva? Puedo oírte. (Respiración profunda se escucha de fondo). Espera cariño, espera!”
Operador: ¿Qué color de camisa usaba?
Mujer: “No sé qué color de camisa llevaba puesta. No tengo ni idea. Oh, el horno está encendido. Permítanme desactivarlo. (Llanto) Noooooo! Nooooo! Espera, cariño. ¡Espera!”
Eric Montgomery huyó de la escena en su Ford color champán y se entregó a las 4 a.m. del lunes, en la casa de su madre, en Fort Lauderdale. Tiene un pasado delictivo, y estaba en libertad condicional por posesión de armas por parte de un delincuente condenado en el momento de su detención.
De acuerdo con la orden de detención y los relatos de los testigos, el tiroteo siguió a una disputa doméstica durante todo el día.
Montgomery estaba fuera de control, y su hijastra llamó a su madre, Betty Bryant, y le preguntó si podía venir a calmarlo.
Bryant, a su vez, llamó a su madre, Bertharee Tomlin, de 73 años de edad, y le preguntó si podía ir. Tomlin fue transportada por su nieta, Melissa Montgomery, la hermana del sospechoso.
Montgomery, enojado por que sus familiares habían sido llamados, prorrumpió en una serie de furiosas diatribas y les ordenó salir de su casa. Como no salieron inmediatamente, les gritó: “Yo sé cómo hacerlos salir de mi c… casa. Yo sé cómo limpiar esta casa”!
Entró en el dormitorio principal, sacó una escopeta y le disparó a su hijastra.
Montgomery tomó a su sobrina de 7 años de edad, y salió corriendo de la casa.
Su abuela le sirvió de escudo a su esposa en el cuarto de lavar. Cuando Montgomery las encontró, gritó: “¡Quítate, abuela! ¡Quítate, abuela!”
Montgomery trató de halarla por una pierna. Ella no se movió. Él disparó el arma, alcanzando a su esposa y rozando a su abuela.
El Nuevo Herald