Con esta acción, miles de usuarios que ocupan sobrenombres en la red vieron cómo sus perfiles eran cerrados. Pero no fue sólo eso, ya que la empresa también borró sus datos en otros servicios relacionados, como Gmail, Blogger y Docs.
Como era de esperar, muchos de los afectados empezaron a reclamar, especialmente porque no se ofreció la opción de recuperar los datos si es que se aceptaba el requerimiento de usar un nombre verdadero.
La única respuesta de Google se obtuvo a través de Robert Scoble, un bloguero norteamericano que pudo conversar con Vic Gundotra, jefe social de Google. Gundotra afirmó que la decisión es similar a la política de los restaurantes que no dejan entrar a gente sin camisa.
El ejecutivo reconoció que hubo un error en el manejo de los pseudónimos y que están preparando una manera de tratar con ellos, aunque, como todo en Google+, sigue en pruebas. Aún así, no se refirió a un posible proceso de apelación para que los afectados puedan recuperar sus cuentas.