El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas, al cual Mubarak confió el control del país al renunciar el viernes pasado, suspendió el domingo la Constitución y disolvió el Parlamento, prometiendo elecciones democráticas en los próximos meses, informó AFP.
«La comisión debe terminar el trabajo a más tardar dentro de diez días», declaró el Ejército en un comunicado.
Los juristas que integran esta comisión se reunieron por primera vez el martes en presencia del jefe del Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas.
Según dos internautas involucrados en la sublevación que se reunieron el domingo con el Ejército, los militares prometieron un referéndum sobre esas enmiendas a más tardar dentro de dos meses.
El Ejército de Egipto, inquieto por la tormenta económica que afecta al país, advirtió que otras huelgas serían «desastrosas» para el país.
El Consejo Supremo de las Fuerzas Armadas «es consciente de las condiciones sociales y económicas que atraviesa la sociedad, pero esos problemas no pueden ser resueltos antes del fin de las huelgas y de las sentadas», dijo el Consejo, citado por la agencia oficial MENA.
Las huelgas estaban suspendidas ayer martes, día feriado que conmemora el aniversario del nacimiento del profeta Mahoma, pero podrían reanudarse en varios sectores clave.
En el apogeo de la sublevación, la economía egipcia perdía al menos 310 millones de dólares diarios, según una nota reciente del banco Crédit Agricole, que redujo sus previsiones de crecimiento en 2011 para Egipto de 5,3% a 3,7%.
Por su parte, el presidente de Estados Unidos, Barack Obama, aseguró que el nuevo Gobierno militar estaba enviando las «señales correctas» sobre avanzar hacia la democracia.
Calma política y social
Egipto vuelve poco a poco a la normalidad: ya sólo quedan manifestaciones aisladas de trabajadores, policías y agricultores, mientras las reformas políticas avanzan con rapidez en el país y los Hermanos Musulmanes manifestaron su intención de fundar un partido legal.
El mayor grupo de la oposición en Egipto informó que solicitará un reconocimiento formal como partido político cuando el nuevo gobierno levante las restricciones sobre partidos con fundamentos religiosos, que actualmente están prohibidos por vía constitucional.
Bajo la presidencia de Mubarak, los Hermanos Musulmanes fueron proscritos de la política, pese a que se les permitió presentar candidatos como independientes en las elecciones legislativas.
El portavoz del grupo, Essam al Erian, señaló que los Hermanos Musulmanes anhelan «el establecimiento de la democracia, un Estado civil basado en medidas universales de libertad y Justicia».