Venezuela busca con la emisión aliviar la sequía de divisas entre empresarios e importadores, que amenaza con generar brotes de desabastecimiento semanas antes de unas elecciones legislativas claves para el presidente Hugo Chávez.
El bono será vendido a través del nuevo mecanismo cambiario con el que Chávez sustituyó al mercado paralelo y se podrán ingresar órdenes de compra hasta el viernes, mientras que el anuncio de los resultados está previsto para el lunes 16 de agosto.
Analistas prevén que los papeles tendrán una amplia demanda en el mercado interno, ya que permiten a los venezolanos obtener dólares al margen del control de cambios, mientras que el cupón del 12,75 por ciento es atractivo para los inversores internacionales.
Tras devaluar en enero, el Gobierno fijó dos tipos de cambio, uno de 2,6 bolívares por dólar para bienes de primera necesidad y otro de 4,3 bolívares para el resto, mientras que las empresas pueden hacerse con billetes verdes a unos 5,3 bolívares en el nuevo sistema cambiario oficial.
“La tasa de cambio implícita será de unos 4,9 bolívares por dólares, lo que se compara muy favorablemente con la última tasa de cambio en el mercado paralelo de 8,2 bolívares por dólar”, dijo Alejandro Grisanti, analista de Barclays Capital.
Esta es la primera emisión internacional del país petrolero en casi un año y expertos prevén que Venezuela o su petrolera estatal (PDVSA) vuelvan a emitir durante este año.
(Reporte de Eyanir Chinea; Editado por Inés Guzmán)
Reuters