«Nicaragua oficializa la aceptación del asilo político en el caso de los colombianos de la familia Granda», dijo el canciller en rueda de prensa.
El ministro del gobierno sandinista de Daniel Ortega ha pedido al colombiano que extienda a Rubén Darío Granda, a su esposa y a su hijo «un salvoconducto para que viajen en seguridad» a Nicaragua.
Granda pidió el lunes pasado asilo político al gobierno de Ortega por presunta persecución política, tras refugiarse en la embajada nicaragüense en Bogotá junto con su esposa y su hijo.
Granda está acusado por la fiscalía colombiana de realizar actividades a favor de los rebeldes de las FARC.
El canciller colombiano, Jaime Bermúdez, informó el jueves al gobierno de Nicaragua, a través de su encargado de negocios en Bogotá, que el pedido de asilo de Granda era improcedente porque los delitos que le atribuye la Fiscalía son «comunes y no políticos».
Rubén Granda es hermano de Rodrigo Granda, conocido como el «canciller» de las FARC, que fue excarcelado en 2007 por petición del presidente francés, Nicolas Sarkozy, para que mediara en la liberación de la colombo-francesa Ingrid Betancourt, secuestrada por la guerrilla en 2002 y liberada en el 2008.
Nicaragua dio asilo entre abril y agosto del 2008 a la mexicana Lucía Morett y a tres supuestas guerrilleras colombianas, apodadas Susana, Diana y Esperanza, que sobrevivieron a un ataque colombiano contra una base de las FARC en territorio ecuatoriano, donde murió el número dos de la guerrilla, Raúl Reyes.
Morett retornó a México, donde se postuló para un puesto público, mientras que las colombianas permanecen en el país lejos de la vista pública.
da / Reporte360