Con ello reaccionó a los numerosos casos de abusos a menores cometidos en las últimas décadas en Alemania en instituciones educativas de la Iglesia católica y en escuelas laicas, y conocidos recientemente.
El nuevo plan tiene dos bases fundamentales. Por una parte, hoy se seleccionó a una persona independiente, la antigua ministra de Familia Christine Bergmann, para el diálogo con las víctimas y para la elaboración de propuestas con las que abordar sus casos.
Por la otra, se creará una amplia mesa redonda para tratar los abusos a menores conocidos y para evitar que se repitan casos similares en el futuro. Su trabajo ha de empezar el 23 de abril.
Bergmann, socialdemócrata, tiene 70 años y fue ministra de Familia durante el gobierno de Gerhard Schröder de 1998 a 2002. Antes de ello fue senadora de Trabajo y Mujeres en Berlín.
El gobierno alemán de centro-derecha lleva desde febrero analizando el grave escándalo de abusos a menores. La ministra de Justicia, la liberal Sabine Leutheusser-Schnarrenberger, pidió ya a finales de ese mes que se creara una mesa redonda para el tratamiento judicial de los ataques a menores a manos de miembros de la Iglesia católica.
Pero la Conferencia Episcopal Alemana reitera que los casos se produjeron también fuera de la Iglesia católica por lo que exige que el debate incluya a todos los sectores de la sociedad.
De momento, en Alemania sólo existe una mesa redonda dirigida por la ministra de Justicia, la de Educación, Annette Schavan, y la de Familia, Kristina Schröder, las dos últimas pertenecientes a la Unión Cristianodemócrata (CDU) de la canciller Merkel.
Esa mesa está compuesta por dos grupos de trabajo que se ocupan de los temas prevención y tratamiento jurídico. La ministra de Justicia pretende conseguir que la Iglesia católica trabaje más estrechamente con la Fiscalía desde el momento en el que tenga la más mínima sospecha.
DPA