El vicepresidente, Omar Suleiman, afirmó tener un plan y un calendario para el traspaso pacífico del mando y prometió que no habría represalias contra los manifestantes por su campaña de dos semanas para expulsar al presidente Hosni Mubarak después de 30 años en el cargo, afirmó Reuters.
En una intervención televisiva tras reunirse con el mandatario , el recién nombrado vicepresidente explicó que se han formado dos comités, uno para estudiar cambios constitucionales y legislativos y otro para vigilar la aplicación de las reformas que han entrado en funcionamiento, agregó Efe.
Suleiman agregó que se va a constituir, además, una comisión independiente para investigar los incidentes ocurridos en la plaza Tahrir de El Cairo, centro de las revueltas populares, el pasado día 2, cuando se enfrentaron partidarios y detractores de Mubarak.
Esa comisión tendrá que presentar los resultados de sus investigaciones a la Fiscalía General del Estado para llevar a cabo acciones legales.
Protesta y cansancio
Cientos de miles de personas volvieron a lanzarse a las calles de Egipto reclamando la salida de Mubarak pero el cansancio empieza a hacer mella en algunos manifestantes que anhelan el regreso de la normalidad a sus vidas, afirmó AFP.
Muchos egipcios dicen que están desesperados por volver al trabajo y a la vida normal, incluso aquellos que quieren derrocar a Mubarak. En el país, alrededor de 40% de sus habitantes vive con menos de 2 dólares al día.
Pero los manifestantes que permanecen en la plaza Tahrir se mostraron escépticos en torno a las conversaciones y los motivos del presidente Mubarak para lograr un acuerdo.
«Ninguna de nuestras demandas ha sido atendida», explicó desde la plaza Mohamad Nizar, de 36 años. «Han anunciado un aumento de salarios. Tratan de engañarnos. Es un soborno político para reducir al pueblo al silencio».
«Este diálogo es sólo en teoría, es sólo una maniobra política para ganar tiempo», agregó Sayed Hagaz, del Delta del Nilo.
Mientras que Ayman Farag, un abogado de El Cairo, sostuvo que el trabajo de los manifestantes aún estaba incompleto. «Lo que pasó hasta ahora es sólo media revolución y espero que siga hasta el final», dijo.
En quince días de movilización, el balance es de al menos 300 muertos, según un balance no confirmado de Naciones Unidas (ONU). Sin embargo para algunos el cambio está en el aire y ya no hay marcha atrás. «La juventud está abierta al mundo, no tienen miedo, afirmó el taxista Amor Kalia.