Cuando los Rangers de Texas y los Gigantes de San Francisco se enfrentaron por primera vez, era solamente una novedad. Ahora se van a medir por mucho más.
Tim Lincecum y los Gigantes se baten con Cliff Lee y los en la Serie Mundial a partir del miércoles, en un duelo entre los dos equipos que, curiosamente, protagonizaron el primer partido interligas, en 1997.
Es un apareo improbable que garantiza que el trofeo será alzado en San Francisco o Texas pro primera vez en la historia. Los Gigantes no han ganado el clásico de octubre desde que se mudaron a la costa oeste en 1958. Los Rangers ni siquiera habían llegado a la serie en sus 50 años de historia.
El abridor de Texas C.J. Wilson rápidamente le envió un reto por Twitter al taponero de los Gigantes: “Veremos su barba negra muy pronto, señor Wilson”.
“Suena delicioso”, dijo Brian Wilson. “Para allá vamos”.
El improbable Jugador Más Valioso Cody Ross y los Gigantes se aseguraron el pase el sábado por la noche cuando Wilson ponchó a Ryan Howard para escapar de una amenaza en el noveno y vencer a Filadelfia 3-2 en el sexto juego de la serie de campeonato de la Liga Nacional, negando con ello a los Filis un tercer viaje consecutivo a la Serie Mundial.
Josh Hamilton ganó el premio al JMV con los Rangers, que eliminaron a los Yanquis de Nueva York en el sexto juego de la serie de campeonato de la americana.
Mucho antes de esta Serie Mundial, estos dos equipos ayudaron a cambiar el mundo del béisbol. esa noche de junio en Texas hace más de 10 años, Nolan Ryan y Willie Mays hicieron los primeros lanzamientos ceremoniales, los jugadores lucieron parches especiales en las mangas y las bases fueron pintadas con un logo que decía “primer partido de interligas”.
“Yo lo recuerdo”, dijo esta semana el relevista de los Rangers Darren Oliver, que hizo el primer lanzamiento en la historia de interligas.
La atmósfera seguramente va a estar más cargada para el primer juego en el AT&T Park de San Francisco. La Liga Nacional finalmente consiguió la ventaja de anfitriona en la serie, y eso es especialmente bueno para los Gigantes — llevan un récord de 9-0 contra Texas en su estadio.
En total, Texas ha perdido 11 consecutivos contra San Francisco desde 1998.