Los gigantes de San Francisco vencieron este lunes en el quinto juego de la Serie Mundial a los Rangers de texas, para coronarse como los nuevos campeones de las Grandes Ligas.
Los Gigantes de San Francisco ganaron el lunes su primera Serie Mundial del béisbol de Estados Unidos en 56 años al vencer a los Rangers de Texas por 3-1 en el quinto partido de la serie final de la Grandes Ligas al mejor de siete partidos.
El colombiano Edgar Rentería conectó un cuadrangular por el campo izquierdo que permitió marcar tres carreras en la séptima entrada ante el lanzador Cliff Lee de Texas para abrir el marcador y dar a Tim Lincecum su segunda victoria de la Serie.
Rentería, quien también conectó un cuadrangulas en la primera carrera de San Francisco en el segundo partido de la serie, fue escogico el jugador más valioso de la Serie Mundial.
“Fue un año difícil para mí”, dijo Rentería, quien entró en la lista de lesionados en tres oportunidades en esta temporada. “Yo aprecio la organización porque ellos tuvieron paciencia en mí y me dije a mí mismo que debía seguir trabajando, seguir trabajando”, agregó.
Brian Wilson ponchó a Nelson Cruz al final del partido, desatando las celebraciones mientras los jugadores de los Gigantes salían del banquillo para un abrazo grupal en el diamante mientras los jardineros lanzaban sus guantes al cielo y corrían hacia sus compañeros.
El triunfo es el primero de los Gigantes en 56 años, el anterior se remonta a 1954 cuando al franquicia tenía su sede en Nueva York.
También coronó una destacada serie de los Gigantes mientras se llevan a casa el primer título de San Francisco, luego de derrotas en el Clásico de Otoño de 1962, 1989 y el 2002, después de mudarse a la ciudad en la bahía al terminar la temporada de 1957.
Después de asegurarse un lugar en los playoffs en el último día de la temporada regular, los Gigantes vencieron a los Bravos de Atlanta y luego a los dos veces campeones defensores de la NFL, los Phillies de Filadelfia para llegar a la Serie Mundial.
ARLINGTON.- Edgar Rentería sentenció otra Serie Mundial con un batazo enorme, esta vez un jonrón de tres carreras en la séptima entrada que le dio a los Gigantes su primer campeonato desde que en 1958 se mudaron a San Francisco.
El jonrón del campocorto colombiano por el jardín central y derecho estableció la diferencia en la victoria 3-1 sobre los Rangers de Texas el lunes, en un vibrante duelo de lanzadores entre Tim Lincecum y Cliff Lee. Lincecum derrotó por segunda vez en la serie a Lee.
Brian Wilson ponchó a Nelson Cruz para sacar el último out.
San Francisco liquidó la serie 4-1 en el corazón de Texas, sin necesidad de llevar de vuelta el Clásico de Otoño al norte de California.
Rentería fue proclamado como el Jugador Más Valioso tras batear para .412 con dos jonrones y seis impulsadas en los cinco partidos.
Como franquicia, los Gigantes no se consagraban desde que en 1954 superaron a Cleveland. Entonces, Willie Mays y compañía tenían su feudo en el Polo Grounds de Nueva York.
Lo que luminarias como Barry Bonds, Juan Marichal, Orlando Cepeda y Felipe Alou no pudieron conseguir con el uniforme de los Gigantes, fue conseguido en 2010 por un reparto diverso de protagonistas.
Su receta fue el pitcheo dominante de una rotación de abridores que fue formada por ellos, con Lincecum, Matt Cain, Jonathan Sánchez y Madison Bumgarner.
Bajo la dirección de un manager Bruce Bochy que en el curso de la postemporada casi siempre atinó con sus cambios, San Francisco emergió campeón con gente inesperada como el rejuvenecido Rentería, quien hace apenas un mes estaba a maltraer por las lesiones.
Además, Cody Ross llegó al equipo en agosto tras ser dejado en libertad por Florida y acabó con una cosecha de cinco jonrones en la postemporada. La irrupción del catcher novato Buster Posey a fines de mayo hizo despertar al equipo que casi toda la campaña estuvo persiguiendo a San Diego en su división. El puertorriqueño Andrés Torres apareció de la nada para ser la bujía como primer bate y el jardinero central. ¨Y qué decir del oportuno bateo del infielder dominicano Juan Uribe?
Lincecum y Lee respondieron al clamor por un duelo de pitcheo y lo que ofrecieron fue un verdadero recital. Fenomenal: ningún corredor logró llegar a la segunda base en los primeros seis innings.
Pero el zurdo Lee fue el primero que parpadeó, tal vez al perder fuerzas.
Ross y Uribe abrieron el séptimo con sencillos consecutivos al central. Un toque de sacrificio de Aubrey Huff les permitió avanzar. Lee logró ponchar a Pat Burrell, cuando el designado de los Gigantes abanicó la brisa en cuenta de 3-2.
Acto seguido, Rentería vino a batear y compró una recta en dos bolas sin strikes, mandando la pelota una distancia de 397 pies. Lee reaccionó dandole un puñetazo a su guante, mientras que Ross desde la antesala levan…taba los brazos en celebración.
Hermético de principio a fin con su recta y slider, Lincecum diseminó tres hits, recetó 10 ponches y dio dos boletos en ocho entradas. Su única mancha fue el jonrón solitario del dominicano Cruz en la baja del séptimo. Sólo concedió dos boletos.
Lee tuvo el infortunio de cargar con la derrota, víctima del jonrón de Rentería. Toleró tres carreras, seis hits. Ponchó a seis y no dio boletos.
Esta fue la tercera Serie Mundial de Rentería y tiene un secreto para ser figura. En las dos anteriores fue el último al bate, en una ocasión de alegría eufórica y en la otra triste.
En 1997, cuando tenía 21 años y cumplía su segunda temporada en las mayores, Rentería conectó un sencillo por el medio del diamante con dos outs en la parte baja del undécimo innning del séptimo juego. El imparable remolcó a Craig Counsell y sus Marlins de la Florida vencieron a los Indios de Cleveland.
Siete años después, Rentería fue a otro clásico con los Cardenales de San Luis. Su roleta al pitcher fue el último out y los Medias Rojas de Boston completaron una barrida para conquistar su primer campeonato en 86 años.