Parra está entrenando a diario en el estadio Luis Aparicio, con la misión de reportase lo más pronto posible al roster rapaz, para aportar su talento, su característica agresividad y el entusiasmo que lo convierte en una de las bujías principales de la ofensiva zuliana.
“Llegue hace diez días de los Estados Unidos y de verdad tengo ansiedad de comenzar a jugar con el equipo, hacer mi trabajo y poder complacer a la fanaticada”, señaló Parra.
“Tengo par de días entrenando con el preparador físico Oscar Bolívar, yo me siento en condiciones, de verdad me siento muy bien. Sólo estoy trabajando para llegar a mi estado óptimo”.
“En realidad todavía no tengo fecha, tengo que hablar con la gerencia sobre mi contratación, pero creo que muy pronto, estaré uniformado”. La gerencia rapaz ha dejado escapar que para la próxima semana el “Yolo” estaría formando parte del roster de 32, aunque aun no lo han oficializado.
Buena señal
Parra ha estado compartiendo con sus compañeros de equipo esta semana, visitando el dugout y observado las características del equipo dirigido por Jody Davis, algo que le ha causado buena impresión.
“Veo un buen béisbol, un manager que está moviendo bien las piezas, se está corriendo mucho en la bases y eso es bueno. Me gusta mucho la manera como corren (Tony) Campana y (Darin) Mastroianni, pues eso crea muchas distracciones a los rivales”.
“Me gusta este equipo. Vamos a dar muchos dolores de cabeza”
Mentalizado
En su segundo año en Grandes Ligas, Parra experimentó una inconsistencia ofensiva, que más allá de obstaculizar su carrera en las Mayores, le sirvió para aprender y adaptarse a los malos momentos que se puedan presentar en la carrera de un bigleaguer.
“Yo vengo a jugar la misma pelota, lo que pasó este año con Arizona, ya es cuestión del pasado, en este deportes hay altos y bajos y uno toma mucha experiencia de eso”, indicó Parra, quien bateó para .261 con 30 remolcadas.
“Hay años buenos y años malos, y yo tomo éste como un año bueno, por las cosas que se aprenden. Siempre tuve la mente en positivo ante todo, pues aprendí a tener paciencia, a no frustrarme en el momento que no salen las cosas. En el béisbol sólo hay que trabajar y las cosas salen solas, esto da muchas vueltas”.