Sin embargo, aún es temprano para tener resultados definitivos, así es que no es momento de renunciar a la dieta o a los ejercicios.
Investigadores dieron un primer paso para entender qué influye en la longevidad al desarrollar un estudio que encontró que la mayoría de las personas que llegan a la vejez avanzada comparten ciertas variaciones genéticas. Sus resultados fueron publicados en la página electrónica Science el jueves.
Esto no significa que existe un análisis para determinar quién vivirá por mucho tiempo y quién no. Factores como un estilo de vida saludable son importantes también, según destacó el equipo dirigido por Paola Sebastiani y Thomas T. Perls de la Universidad de Boston.
No obstante, Perls dijo que la investigación podría abrir el camino para determinar quién sería vulnerable a ciertas enfermedades a una edad más temprana y existe la posibilidad, en el futuro, de que reciban cierto tratamiento o terapia.
El equipo observó los genomas de 1.055 caucásicos nacidos entre 1890 y 1910 y lo compararon con 1.267 personas que nacieron después.
Al estudiar los marcadores genéticos los científicos pudieron predecir con un 77% de precisión cuáles provenían de gente con más de 100 años.
“Setenta y siete por ciento es un nivel de precisión bastante alto para un modelo genético”, dijo Sebastiani. “Pero 23% de índice de error también nos muestra que hay mucho por ser descubierto”.
Los centenarios encajaron en 19 grupos con composiciones genéticas diferentes, según el estudio. Algunos genes tienen una correlación con un mayor tiempo de vida, otros retrasan la aparición de ciertas enfermedades relacionadas con la edad, como la demencia.
“La composición muestra distintos caminos a la longevidad”, dijo Sebastiani.
En general, los centenarios gozaron de buena salud por mayor tiempo que el promedio, sin desarrollar enfermedades asociadas a la vejez hasta cumplir los 90 años, según el estudio.
Los científicos se mostraron sorprendidos, dijo Sebastiani, pues encontraron poca diferencia entre los centenarios y el grupo de control en cuanto a variaciones genéticas que predisponen a las personas a ciertas enfermedades.
“Encontramos que lo que predispone a tener una larga vida no es la falta de variantes asociadas a las enfermedades, sino la presencia de variantes protectoras”, dijo la investigadora en una presentación.
Además, 40% de los “súpercentenarios”, aquellos con 110 o más años, compartían tres variaciones genéticas específicas.
Perls advirtió que se trata de un rompecabezas genético muy complejo.
“Nos queda todavía mucho por recorrer para entender qué caminos están gobernados por estos genes”, dijo.