La Gamescom se celebra cuando aún no han transcurrido dos meses desde el E3, que este año arrasó en cuanto a lanzamientos y anuncios se refiere. El evento germano, no obstante y aunque todo está abierto a posibles sorpresas, no presentará un catálogo tan interesante.
Pero hay argumentos para la esperanza, y vienen de la mano de nombres tan importantes como «Brink», «Call of Duty: Black ops», «Star Wars: El poder de la fuerza 2», «PES2011», «Halo Reach», «Diablo III», «World of Warcraft: Cataclysm» o «Michael Jackson: The experience».
Sony dará nuevas pistas sobre el esperado «Gran Turismo 5», que acumula casi cuatro años de retrasos y cuya salida tiene en ascuas a los seguidores de la famosa serie dedicada a las carreras de coches.
La firma japonesa también informará sobre títulos como el shooter en primera persona «Killzone 3», la nueva aventura con los superhéroes de DC Comics, «DC universe online», y la segunda parte del revolucionario «Little big planet».
Tras diez años de ausencia, «Diablo III» parece más cerca que nunca de convertirse en una realidad tangible. El regreso de la mítica saga se erige en plato fuerte de Blizzard, que también causará revuelo con «Cataclysm», la tercera expansión de «World of Warcraft».
Nintendo ha provocado cierta decepción al no llevar su nueva consola portátil, Nintendo 3DS, a la Gamescom, pero la compañía visitará Colonia con una batería de videojuegos para Wii -«Kirby’s epic yarn», «The legend of Zelda: Skyward sword»- y DS -«Golden sun: dark dawn», «Mario vs Donkey Kong: Miniland mayhem»-.
La apuesta fuerte de Microsoft pasa por los datos que pueda facilitar sobre «Halo reach» y el dispositivo para Xbox 360 Kinect, que permite disfrutar de los videojuegos sin necesidad de controles, empleando únicamente el reconocimiento de la voz y los gestos del cuerpo.
La Gamescom 2010, además, no verá desfilar por sus pasillos a dos pesos pesados como Sega y Capcom. La primera adujo motivos «comerciales» para justificar su ausencia, pero todo apunta a que han sido los estragos de la crisis económica quienes han determinado su renuncia al encuentro.
Por su parte, Capcom ha decidido curarse en salud tras la amarga experiencia sufrida con «Dead rising», cuya comercialización fue prohibida en Alemania por su contenido violento. Antes de sufrir un segundo varapalo con «Dead rising 2», la empresa ha preferido no asistir a la convención.