Es posible que a estas alturas Steve Jobs se esté dando pellizcos para comprobar si efectivamente no está soñando. Después de los famosos problemas de cobertura del iPhone 4, de las maltrechas soluciones en forma de funda o bumper y de que saliera a la luz el despido de Mark Papermaster, responsable del Antennagate, algunos usuarios han alertado de que la solución de las funditas no es tan eficaz como se había prometido en un principio. Dicen que los bumpers rayan la superficie metálica del terminal.