Esto es lo que escribe Vladimir Villegas, tal como lo publica El Nacional:
Se ha anunciado la integración del Frente Progresista por el Cambio, en el cual participan Podemos, La Causa R, el PPT, Bandera Roja, Vanguardia Popular, Movimiento Ecológico y Fuerza Laboral, en la idea de agrupar a movimientos afines que tienen como objetivo contribuir a encontrar una salida unitaria, patriótica y democrática en las elecciones del 2012.
Así como los socialcristianos, los socialdemócratas y otros factores partidistas o independientes se agrupan, era una necesidad política impostergable que los distintos sectores del progresismo venezolano dieran ese paso, que va a concretarse el viernes con un acto de masas en el Domo de Barquisimeto.El discurso de cambio, de reivindicación del proyecto de país contenido en la Constitución de 1999, no le pertenece al gobierno del presidente Hugo Chávez ni a su partido, el PSUV.
No es cierto que todo el que se opone a la actual gestión pertenece a la derecha o a la ultraderecha, como lo repiten tercamente los voceros rojos rojitos para seguir en su idea de que cualquier cuestionamiento al mesianismo, al autoritarismo o incluso a la corrupción tienen el signo del pasado, de las élites económicas y de una presunta conspiración para acabar con la democracia o para facilitar incluso una agresión externa contra Venezuela.
La conformación de este Frente Progresista por el Cambio no pretende estimular la división sino fomentar una unidad con contenido, con el compromiso de producir las transformaciones que nos permitan alcanzar una Venezuela de verdadera inclusión, sin exclusiones, sin revanchismo, sin pases de factura, sin retorno a las viejas prácticas que produjeron el derrumbe del bipartidismo, y sin repetir las fórmulas actuales que se han traducido en sectarismo, confrontación permanente y en la ausencia de un proyecto de nación en el cual sean tomadas en cuenta las distintas visiones que existen en una sociedad.
Ciertamente, este Frente Progresista por el Cambio tiene sus detractores, genera suspicacias e incluso temores, porque no nace para asociarse desde ya a una candidatura sino para apuntalar un sentimiento de unidad y cambio con un profundo compromiso con las grandes mayorías, incluso con gente y sectores que han venido apoyando al presidente Chávez pero que también comienzan a demandar una nueva esperanza, que quieren volver a creer en un futuro mejor, en una vida productiva, sin miseria, sin sometimiento a un esquema clientelar que mancilla la dignidad del ser humano y lo hace convertirse en un ciudadano atado a un bozal de arepa.
Las fuerzas progresistas que forman parte de la disidencia frente al gobierno de Chávez no pueden seguir andando separadas, sin una vocería unitaria, sin capacidad de incidir políticamente en la ruta hacia el cambio. Por eso es una buena noticia que hoy estén dando ese paso, que no tiene por objeto promover, como ya hemos dicho, ninguna división, sino darle organicidad a un sentimiento y crear un espacio que seguramente va a ser visto con interés por quienes, aún estando en el chavismo, saben que es necesario abrir camino a un nuevo momento político en el país.
Así que este viernes se concreta en Barquisimeto esta iniciativa, desde la idea de rescatar el proyecto de país dibujado en la Constitución de 1999, y que aún está por hacerse realidad en Venezuela. La Constitución sigue siendo el principal punto de referencia para unificar a los venezolanos y producir los cambios necesarios.
No nos extrañe que desde los extremos se pretenda descalificar este esfuerzo, pero la idea es seguir avanzando, construyendo la unidad más amplia posible, porque este país nos pertenece a todos.
Frente Progresista por el Cambio
Por: Vladimir Villegas