Así lo establece el sitio electrónico eurofull.com, que desmiente algunos de los mitos más comunes de la comida frita. «Una fritura correcta no sólo es un placer para los sentidos, sino también una garantía para el cuerpo».
strong>Todos los alimentos fritos tienen colesterol dañino: Falso. La molécula del colesterol dañino se encuentra en los aceites de origen animal y no vegetales. Cuando los alimentos se fríen con aceite vegetal pueden existir ventajas, tales como que estos contienen Fitoesteroles, que son estabilizantes y antioxidantes que reducen la absorción del colesterol a nivel intestinal.
Los aceites vegetales «alto-oleicos», como el de oliva y palma ayudan a controlar el colesterol sanguíneo. Lo importante es que los alimentos sean fritos bajo las condiciones correctas, de modo que sea muy poco probable que se altere su composición y la del aceite, a fin de que no se generen sustancias dalinas para el cuerpo.
Respecto a los productos de origen animal, cuando son fritos en aceite se tiende a disolver el colesterol que contienen. Sin embargo, si otros alimentos son cocinados en ese mismo aceite, se puede pasar el colesterol. La cantidad de aceite con la que se preparan los alimentos debe ser moderada y también debe evitarse el consumo en exceso de alimentos fritos.
Cualquier alimento frito tendrá siempre más grasa que crudo o hervido: Falso. El aceite caliente logra disolver la grasa de lo que fríe, y lo sustituye con la suya, pero en una proporción estable. Cuando se trata de un alimento que tiene grasa en una cantidad superior al 10 por ciento que el aceite, deja más en este de la que puede tomar de él.
Como ejemplo: el pescado frito puede bajar de 14 por ciento de lípidos a un 10 por ciento. Además, se sustituyen las grasas saturadas por las insaturadas del aceite vegetal.
Al freír se destruyen vitaminas: Falso. Sólo algunas vitaminas termosensibles quedan eliminadas. En general, el aporte vitamínico de un producto frito es igual al del alimento mismo. Debido a los tiempos de cocción, cuando se fríe un alimento éste preserva mejor sus características. Además, los aceites en los que se cocina son por sí mismos fuentes de vitaminas.
Lo frito queda indigesto: Incierto. Aunque el exceso de grasa puede ocasionar problemas para la digestión, también es cierto que la mayor desnaturalización de las proteínas y la menor cantidad de agua que adquieren los alimentos fritos ayudan a disminuir el gasto digestivo en el estómago. Finalmente, depende del metabolismo de cada persona, así como de que el modo de freír haya sido el correcto.
Lo frito engorda: Cierto. Todos los alimentos fritos son más activos en calorías y grasa. Sin embargo, dependiendo del producto se puede aumentar el aporte energético o tan sólo incrementar las calorías. Como ejemplo: Un muslo de pollo frito aumenta sus calorías en un 4 por ciento, mientras que un pescado empanizado, triplica su aporte energético.
Todos los aceites refritos contienen muchas toxinas: Falso. Cuando se fríe a una temperatura correcta y cambiando el aceite entre cada alimento, la toxicidad de éstos es casi nula. Cuando se fríe a una temperatura por debajo de los 200 centígrados, la degradación de moléculas que puedan devenir productos tóxicos o cancerígenos no es significativa. Además, la mayoría de estos son macromoléculas y polímeros que no son absorbidos por el cuerpo humano.
Los aceites modificados con alto contenido oleico son tan saludables como el de oliva: Falso. El éxito del aceite de oliva virgen es que contiene antioxidantes y polifenoles o tocoferoles, con lo que evita que los ácidos grasos de un alimento se degraden rápidamente. Cuando a un aceite se la agregan de manera artificial antioxidantes, éstos no funcionan de la misma manera que en los aceites que lo contienen de forma natural.
El aceite con el que se fríe el pescado azul debe desecharse: Cierto. El pescado contiene grasa a base de ácido linoleico, la cual se degrada rápidamente a la hora de freír, lo que a su vez degrada las grasas del aceite. Por este motivo se recomienda que el pescado sea enharinado para evitar que su grasa se mezcle con la del aceite, y se obtenga un alimento más saludable y un aceite más duradero.