Con un registro de tres minutos, nueve segundos y 93 centésimas, los franceses liderados por Yannick Agnel y Amaury Leveaux superaron por 45 centésimas al cuarteto estadounidense.
De su lado, los grandes favoritos australianos, con James “El misil” Magnussen, se quedaron con el bronce.
La apasionante final en el Centro Acuático de Londres fue una remake de la celebrada cuatro años atrás en el Cubo de Pekín, pero esta vez fueron los franceses los que arrebataron el oro a los estadounidenses en los últimos metros.
Estados Unidos había ganado el título en Pekín-2008 con récord mundial en una recordada final en la que el veterano Jason Lezak superó de manera increíble al francés Alain Bernard en los últimos 25 metros para darle a Phelps su octava medalla dorada.
En Londres, los papeles se invirtieron y Yannick Agnel remontó a la estrella Ryan Lochteen la piscina final para tocar primero la pared, mientras sus compañeros se abrazaban y el público deliraba en las tribunas.