Atrás quedaron las especulaciones, análisis, conferencias de prensa, ríos de tinta y los casi nunca exactos pronósticos.
Se podrá observar un partido de fútbol -desde las 19H00 local, 22H00 GMT-, que sería muy atractivo incluso si no se tratara de la definición de la novena edición de la Copa Confederaciones.
España irá por el único título que le falta tras encadenar Eurocopa-2008, Mundial-2010 y Eurocopa-2012 a la medalla de oro olímpica obtenida en 1992.
Brasil aparenta tener un objetivo un poco más modesto, aunque no menos importante, que es consolidar una escuadra que se verá casi obligada a ganar el Mundial-2014. Elevar el trofeo de la Confederaciones le serviría al menos para alejar las críticas.
“El mejor equipo de la última década”, a decir del DT de Uruguay Óscar Tabárez, irá al campo de juego con los sospechosos de siempre, Casillas, Ramos, Piqué, Xavi, Iniesta. Otros nueve que jugaron en la final de la Euro-2012 en Kiev están presentes en esta Confederaciones.
Ni hablar del entrenador Vicente del Bosque, que como dijo alguien, con ese ademán de pianista de provincias esconde un oído superlativo para el fútbol.
Enfrente, un “equipo en formación”, como lo describe su entrenador Luiz Felipe Scolari insistentemente.
Brasil venía mal antes de la Confederaciones, levantó bastante ante Japón, México e Italia y mostró algunas dudas en la semifinal ante Uruguay, pero siempre ganó.
Scolari discrepa con buena parte de la prensa especializada que ve como favorita a España.
“Tenemos condiciones, creemos en nosotros y respetamos a España, pero en Brasil tenemos que hacernos respetar, es nuestra casa”, dijo en una atiborrada sala de conferencias de prensa en Maracaná el sábado.
Más allá del despliegue español en un campo de juego, demostrado en esta Copa ante Uruguay, Tahití y Nigeria, ‘La Roja’ dio señales ante Italia de que sí es humana.
El entrenador de los azules Cesare Prandelli se olvidó del “catenaccio” y al hacerlo encontró la llave para abrir el cofre español. No ganó por cosas del fútbol pero hasta el propio Del Bosque admitió que el actual campeón mundial y bicampeón europeo se vio sorprendido.
¿Brasil copiará a Italia?
Intentar hacer el juego de Italia para acallar la sinfonía española parece tentador, pero claro, hay que hablar italiano, vestirse como italiano y sentir el fútbol como un italiano.
El apellido Scolari suena italiano, pero como dijo el entrenador, “no da para jugar así de un día para el otro”.
Anunció que mantendrá a grandes rasgos la misma formación que utilizó en los partidos amistosos previos a la Copa y durante el campeonato.
Y Del Bosque tampoco se mostró muy preocupado en una conferencia de prensa en Maracaná por encontrarse con un Brasil “azzurro” el domingo. Pese a no tener la alineación definida, la misma “no va a diferir mucho del último partido”.
El ‘míster’, como llaman a los entrenadores en España, ni siquiera ve mucha diferencia entre el fútbol sudamericano y el europeo. “Cada día estamos más cerca unos de otros”, dijo al recordar que buena parte de los jugadores de Brasil se ganan su salario en el viejo continente.
Brasil e Italia entrenaron en la noche del sábado en un Maracaná iluminado ‘a giorno’, ya listo para recibir a más de 70.000 aficionados. Las puertas abrirán cuatro horas antes del duelo y a un par de horas del puntapié inicial habrá una ceremonia de clausura.
Para la anécdota está la posibilidad de que España tenga su propia versión del ‘Maracanazo’ de Uruguay en 1950, aunque en este caso llega como favorita ya que no pierde un partido desde el debut en Sudáfrica-2010 ante Suiza.
Queda poco por agregar.