Si en las últimas designaciones existía un favorito (Japón/Corea 2002, Sudáfrica en 2006 y 2010, aunque en el primero de los casos fue sorprendida por Alemania, o Brasil en 2014), en esta ocasión todo parece muy igualado en ambas votaciones.
Tras la salida del tahitiano Reynald Temarii y del nigeriano Amos Adamu por presunta corrupción, votarán los 22 miembros restantes y se irán eliminando las candidaturas con menos sufragios en cada ronda.
En caso de empate, el voto del presidente de la FIFA, Joseph Blatter, será decisorio, en una elección con un clima enrarecido por las acusaciones de corrupción en el seno de la FIFA.
Esta igualdad ha propiciado la movilización de los líderes políticos para convencer a los indecisos del comité ejecutivo de la FIFA, por lo que los primeros ministros de Gran Bretaña, David Cameron, de España y Portugal, José Luis Rodríguez Zapatero y José Sócrates, están en Zúrich.
Vladimir Putin desistió a última hora «para no meter presión a la FIFA», según sus propias palabras, algo que sorprendió en Zúrich en el momento en que Rusia sube enteros, por lo que la ausencia del primer ministro ruso también puede ser interpretada como que ve pocas posibilidades de victoria.
«Me gustaría presentar personalmente la candidatura de Rusia pero en las condiciones actuales creo que será mejor no hacerlo y dar la posibilidad a los miembros de la FIFA de que tomen la decisión tranquilamente, sin presiones exteriores», dijo el primer ministro y ex presidente.
Si la lucha por el Mundial-2018 se presenta apretada, lo mismo ocurre con la carrera al Mundial de 2022.
Algunas fuentes cercanas a miembros del comité ejecutivo de la FIFA señalan que España/Portugal y Rusia llegarían a la ronda final en la lucha por 2018, pudiendo entrar Inglaterra, mientras que Qatar y Estados Unidos lucharían por la de 2022, siendo la tercera alternativa Japón, por delante de Corea del Sur y Australia.
«En el Manchester United aprendí a luchar hasta el último minuto. Varios partidos los ganamos de esa manera con los Red Devils y espero que este sea también el caso», respondió el futbolista Beckham, vicepresidente de la candidatura inglesa, ante los múltiple rumores.
España/Portugal e Inglaterra cuentan con casi todos las infraestructuras necesarias, tanto deportivas, como de transportes y turísticas, mientras que Rusia tiene casi todo por hacer y las distancias entre sus ciudades serán mayores.
Pero España y Portugal tienen la desventaja del Mundial de 1982 organizado en el primero de los dos países, una fecha relativamente reciente, mientras que Inglaterra no lo recibe desde 1966 y Rusia no ha sido nunca sede.
En una votación en la que se presumen pactos, nada parece decidido. España y Portugal tienen los tres votos sudamericanos de los 22 miembros del Comité Ejecutivo, además del que le otorgará el presidente de la federación española, Ángel María Villar.
El resto de votos son una incógnita. Inglaterra podría recibir los de los tres miembros de la Concacaf, mientras que el resto de votos estará muy repartido.
Muchos votos europeos podrían ir a Rusia, mientras que los africanos, que parecían destinados a Inglaterra, podrían pasar al país ex soviético o a la candidatura ibérica después de que la BBC emitiera un programa con una acusación de corrupción ocurrida hace más de diez años del camerunés Issa Hayatou.
En la carrera al Mundial de 2022, las previsiones son todavía más difíciles. Qatar debe construir casi todo, pero los recursos económicos que tiene no le plantean problemas, mientras que Japón dispone de todas las infraestructuras del Mundial 2002 y Estados Unidos tiene también los medios.