Al término de la victoria por 2-1 sobre Texas le respondió a los periodistas de Seattle con su característico orgullo. «Ya viene (el no hit no run). No se preocupen».
Nadie puede culparlo por exceso de confianza, lo del viernes simbolizó lo que ha sido su campaña hasta ahora, en donde ha manifestado un dominio típico de un ganador del Cy Young. «Cada vez que sale a la lomita, tiene ese tipo de repertorio», soltó el manager de los Marineros, Daren Brown.
Pero el viernes a Félix se le fue la mano. «Lo he visto muchas veces y es muy bueno, pero esta noche estaba impresionante», reconoció el manager de Texas, Ron Washington.
Tan impresionante, que causó el asombro de sus propios compañeros. Hernández cerró el sexto capítulo con un ponche a su compatriota Elvis Andrus.
El pitcheo a 93 millas rompió tanto que por poco golpeó a Andrus. Cuando el receptor Adam Moore volvió al dugout, hizo sonreír a sus compañeros, cuando les confesó que el pitcheo fue un cambio. Sí, a nada menos que 93 millas por hora.
«No fue una recta, sino un cambio, porque se movió como tal», explicó Moore. «Ese envío resumió lo fuerte que estaba Félix esta noche».
Es que Hernández tenía que lucirse, si quiere agudizar su candidatura al Cy Young. Está claro que en lo relacionado con victorias, su récord de 12-11 no le sirve para nada, por ello debe reforzar aquellos renglones que solo dependen de él.
Por ejemplo en ponches, volvió a desbancar de la cima a Jered Weaver y alcanzó los 222, suficiente para implantar un nuevo récord personal, pues el año pasado terminó con 217.
En entradas lanzadas, a pesar de que los Marineros están teniendo cuidado extra en su brazo, sigue siendo el pitcher con más kilometraje de la Americana, con 233.2 entradas.
Además, al alojar solo una carrerita en 8 entradas el viernes, su efectividad bajó unas centésimas, hasta 2.35, también la mejor del joven circuito.
A Félix aún le deben quedar tres presentaciones antes de que expire la temporada regular, así que todavía tiene oportunidad de cazar otras estadísticas como el whip (porcentaje de rivales embasados por inning). El Rey refleja un whip de 1.07, el tercero mejor de la Americana, detrás de Cliff Lee (1.01) y Jered Weaver (1.05).
«He tenido un buen dominio de mis pitcheos. Me siento bastante fuerte», confirmó Félix, quien el viernes se quedó muy cerca del no hit no run, pero si sigue lanzando así, a nadie le sorprendería que un día complete la hazaña.