El ganador del Cy Young de la Liga Americana en 2010, orgullo de Flor Amarillo y de Venezuela, tiene listas las peticiones que esta noche, junto a los cañonazos y abrazos, hará para tener un venturoso año.
«Mis deseos son mejorar como padre, ser un mejor esposo, hijo y hermano y así fortalecer a mi familia», cuenta Hernández mientras abraza a su hijo Jeremy, de un año de edad.
En su aspiración de unir más a su núcleo, el lanzador de los Marineros de Seattle espera contar con un nuevo miembro.
«Quiero tener otro bebé. Lo estamos planeando», expresa Hernández, al tiempo que su esposa, Mariela, sonríe y completa de la siguiente forma: «Sí, así es. Esa es una petición mía».
Los planes están tan adelantados que ya se asoman algunos nombres. «Si es niña se va a llamar Amy. Si es varón aún no lo sabemos, pero no será Félix», dice el grandeliga, de 24 años de edad, quien ya es padre de dos niños: Mia (5) y Jeremy (1).
Los deseos familiares no son los únicos que Félix Hernández solicitará esta noche, cuando todos se reúnan en su casa «La Alegría» para celebrar la llegada del 2011.
«También pediré mejorar como pitcher para seguir teniendo el éxito que he tenido y aumentarlo», dice el lanzador derecho, quien también quiere «ganar otro premio Cy Young».
«Ese igual será otro de mis deseos», expresa Mariela.
Hernández recuerda de sus seguidores, por lo que tiene guardadas algunas peticiones para ellos.
«A los fanáticos que pasen un feliz año y que en esta época, que es la mejor, tengan mucha felicidad y alegría. Eso es lo más importante», dice el grandeliga. «Que sigan creyendo en mí en el 2011, que sigan apoyándome porque todavía tengo muchas cosas buenas para dar».
La petición de todos los deseos que tiene Félix Hernández seguirá una bien cuidada rutina, tanto como su mecánica para lanzar.
«Los pediré después de comerme las doce uvas y de soltar un par de lágrimas. No sé por qué es así o por qué pasa, pero siempre lo hago», revela Hernández, el orgullo de Venezuela en el 2010.
¡Félix Año!