Necesitaba Federer un choque de trámite después de los sobresaltos que ha padecido en la primera semana. Lo encontró ante un adversario resignado a su condición de número dos de Suiza, a las sombras del relumbrón que genera permanentemente su paisano.
Desperdició la Wawrinka la ocasión de deshacerse del complejo. Solo ha podido una de las siete veces que ha jugado con el vigente campeón. Fue en tierra hace dos años.
El primer duelo entre suizos en los cuartos de final de un Grand Slam no tuvo color. Wawrinka, que afrontó con nueve victorias consecutivas en el 2011 el partido de cuartos, cita que supone su mejor registro en un ‘major’, asumió su suerte casi antes de saltar a la Rod Laver arena.
La vigésima octava victoria seguida en un Grand Slam de Federer, registro que supera el marcado por el estadounidense Jimmy Connors, mantiene su impecable trayectoria desde la Copa Masters de Londres. Ganó entonces y ganó en Doha. En semifinales jugará contra el vencedor del choque entre el serbio Novak Djokovic y el checo Radek Stepanek.