«Están acostumbrados a tratarnos como un grupo de esclavos, a la ciudadanía, ellos los mayorales son los amos, y nadie puede alzar la voz ni contradecir», dijo Fariñas en entrevista telefónica desde su casa en la ciudad central de Santa Clara.
Según el disidente, merecedor del premio Sájarov 2010 a la libertad de conciencia, su frustrado viaje a Estrasburgo «demuestra una vez más la soberbia con que funciona el Gobierno cubano».
«Son capaces de no respetar al bloque económico político con el que ellos quieren sostener buenas relaciones económicas», añadió el psicólogo y periodista, que entre febrero y julio pasado sostuvo una huelga de hambre y sed por más de cuatro meses para pedir la liberación de los presos políticos enfermos en Cuba.
Tras tener en orden su pasaporte y visado, Fariñas esperaba a que el Gobierno le otorgara el permiso para salir del país y asistir a la ceremonia de entrega del Sájarov en Estrasburgo, donde ahora se leerá un mensaje de audio con su agradecimiento.
Indicó que aún hoy la oficina de Consultoría Jurídica de la provincia de Villa Clara informó a su madre que no contaba todavía con la «carta de invitación» requerida para solicitar su permiso de salida de Cuba.
Además, dijo que desde el Parlamento Europeo se han comunicado «constantemente» con él para saber si ha habido «algún cambio» en las circunstancias.
Los intentos de la Eurocámara porque Fariñas estuviera presente en Estrasburgo y recogiera el premio en persona incluyeron una carta del líder del Parlamento Europeo, Jerzy Buzek, dirigida al presidente cubano, Raúl Castro.
Por lo pronto, el opositor dijo que su único plan para mañana miércoles, mientras tiene lugar la ceremonia del Sájarov, es permanecer en casa y «trabajar».
El PE le concedió el premio al considerar que «mostró predisposición a sacrificarse y poner en riesgo su vida como medida de presión para un cambio en Cuba», y porque simboliza «un ejemplo de la lucha de los defensores de la democracia y la libertad».