Las partes estaban a la espera de que los guerrilleros aprobaran el protocolo de seguridad acordado el pasado 12 de marzo por el Gobierno y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) para dar inicio a la misión que recogerá a los dos militares y el cadáver de un policía muerto en cautiverio.
Dicho protocolo incluye el compromiso de las Fuerzas Militares de abstenerse de hacer operativos y sobrevuelos en la zona donde los guerrilleros entregarán a los rehenes, cuyas coordenadas sólo conoce por ahora la senadora Córdoba.
El siguiente paso es la celebración de un encuentro entre el CICR y los integrantes de la misión, entre ellos Córdoba, representantes de la Iglesia católica y el padre de uno de los rehenes, para poder iniciar el operativo por el que los secuestrados estarían en sus hogares «antes del próximo fin de semana», añadió la fuente.
Esta misión recogerá en un lugar de la selva colombiana sin determinar al sargento del Ejército Pablo Emilio Moncayo y al soldado Josué Daniel Calvo, además de los restos mortales del mayor de la policía Julián Guevara, muerto en cautiverio en 2006.
Una vez se firmó el citado protocolo de seguridad, Córdoba se lo hizo llegar a la guerrilla para que diera una respuesta y poder empezar el operativo, para el cual Brasil prestará la logística y las aeronaves.
Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) anunciaron en abril del año pasado que liberarían a Moncayo, el rehén más antiguo en su poder, desde diciembre de 1997, y un mes después dijeron que harían lo mismo con el soldado Calvo, secuestrado días antes de dicho anuncio.
Asimismo, se comprometieron a entregar los restos mortales de Guevara.
ig / Reporte360