“Estoy aquí desde las cuatro de la mañana pero las taquillas las abrieron hace poquito y esta cola no se mueve nada porque mucha gente se está coleando en la punta”, afirmó el magallanero Pedro Rivas minutos después de las 9:00 de la mañana.
La algarabía no se hizo esperar cada vez que ocurría un movimiento irregular cerca de la taquilla. “Ese está coleado”, “ese es revendedor”, “fuera, fuera”, coreaban las personas que ocupaban los primeros metros de la cola, y recibían como respuesta perdigonazos al aire de agentes de la Policía Metropolitana.
“Esos están encompinchados con los revendedores. Todo el mundo sabe que es así. Uno mismo ve aquí como le pasan dinero y te sientes impotente porque nadie escucha nuestras quejas”, declaró una seguidora de los Leones, quien se identificó como María y no quiso decir su apellido. “Será para que me lleven presa, porque este es el territorio de lo absurdo. El que viene hacer las cosas legalmente es el que sufre”.
Otras personas denunciaron ser víctimas del hampa en la plaza de los Estadios. “La policía llegó como a las seis de la mañana, pero yo llegué antes que ellos y un chamo me amenazó con una navaja y se llevó mi cartera. Allí tenía un pote con agua, un radio viejo y un trapito para secarme el sudor, porque la cédula y el dinero me lo metí en el pantalón. Yo sé como es el movimiento aquí”, dijo Fabiana Conde, quien estaba analizando la posibilidad de abandonar la cola e irse a ver el juego por televisión. “Quiero comprar entradas para venir con mi esposo en la tarde, él está trabajando ahorita y no sabe que me robaron”.
La mayoría de los aficionados hace un llamado a no comprar boletos a los revendedores, aunque otros son capaces de pagar el triple del valor del ticket para evitarse el malestar de la cola en taquilla.
En horas de la tarde de este sábado, la periodista de Globovisión Marianna Gómez, acudió a las inmediaciones del estadio Universitario, para constatar el ambiente de los aficionados que trataban de adquirir sus boletos para el primer duelo entre los eternos rivales Navegantes del Magallanes y Leones del Caracas, donde apreció una serie de irregularidades en el proceso de venta y fuerte presencia de los cuerpos de seguridad.