Más de 700 personas se apostaron en los alrededores de la cárcel esperando que sean llamados con un megáfono para retirar las pertenencias de los privados de libertad.
Las autoridades mantienen dos cercos de seguridad. El primer anillo formado por más de 50 uniformados de la GNB y el segundo por 10 funcionarios de brigada de Orden Público del Cpez. En las afueras del penal hay una situación de tensa calma.
Los parientes de los reclusos aseguraron que, la mañana de este viernes, se escucharon 4 detonaciones. Sin embargo, un vocero militar dijo que eran cohetes.
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También se observó un humo negro que salía de la parte trasera del penal. Algunos reclusos se mantienen montados en el techo de la cárcel con cuatro pancartas.
Los enseres que son sacados de la cárcel pasan primero por una máquina de rayos X de la Unidad Móvil de Inspección No Intrusiva de Carga Menor y Equipaje de la GNB. Se observan a varios parientes cargar con todo tipo de electrodomésticos, como neveras, lavadoras, dvd, blurey, refrigeradores, microondas, televisores, entre otros.
Incluso, sacaron mascotas, como un mapache y perros de raza.
Algunas mujeres manifestaron su incertidumbre al no conocer el destino de sus parientes.
«El ministerio no nos ha informado hacia dónde va mi familiar. Esperamos que sea un sitio cercano, porque no tenemos cómo ir a verlo con frecuencia», sostuvo Felipa Verdugo.
Algunas madres se mantienen llorando en las afueras del penal y otras aplaudieron la medida de intervención decretada por la ministra Iris Varela porque así se «puso fin a las mafias que extorsionaban a los presos cobrándoles el obligaíto».
Desde la madrugada se concretaron varios traslados de reclusos a otros penales del país.
Hasta ayer jueves, habían sido trasladado más de 500 reclusos, entre ellas 291 mujeres que fueron llevadas a la cárcel de Uribana, el pasado miércoles.
La titular del Servicio Penitenciario precisó: “El Estado ha tomado la decisión de intervenir este recinto y se va a implementar allí el nuevo régimen penitenciario (…) hay que desalojarlo totalmente para después del desalojo proceder a una requisa profunda y garantizar que allí no quede nadie”, manifestó sobre la balacera de más de 12 horas que se registró el lunes y en el que resultaron muertos 16 reos, hecho que está siendo investigado por la Fiscalía.
La ministra dijo que se insistirá en “agotar la vía del diálogo” y explicó que el plan de desarme se ejecuta en fases. “Pudiera durar dos o tres semanas, todo tiene su momento”.
La titular de la cartera de Asuntos Penitenciarios manifestó que algunos reclusos no quieren deponer su actitud y se resisten a la requisa. “Es hora de que depongan su actitud”.
Además, denunció que estaban utilizando a 56 niños como rehenes.
Sobre las causas de la situación, dijo que se filtró información sobre una requisa y acusaron a internos de algunos pabellones de “ser los responsables de que se iba a meter la autoridad”.
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