Las lluvias causadas por Agatha dejaron este fin de semana también 100 desaparecidos, 87 heridos, 21.927 casas dañadas y 155.000 evacuados.
«Guatemala está expuesta a fenómenos naturales, pero no hay una cultura de prevención ni de preservación de los recursos naturales», afirmó la analista Eluvia Morales, de la Fundación Solar.
«Es necesario un ordenamiento territorial para evitar que continúe la instalación de comunidades en lugares inadecuados», agregó Morales.
Pese al riesgo que presentan ciertas áreas donde se instalan asentamientos humanos precarios, las municipalidades les proveen servicios básicos, como agua potable, con el fin de incorporarlos a sus respectivos sistemas de cobro, explicó.
En la medida en que las precipitaciones se incrementan, también aumenta el riesgo de daños a viviendas y personas por hundimientos, derrumbes y desbordes.
El analista independiente Walter Nájera dijo que «una lluvia o una erupción no deberían representar un desastre», pero en Guatemala influye la pobreza, lo que causa que estos fenómenos dejen muchas víctimas a su paso.
El 50% de los guatemaltecos vive en la pobreza, 15% de ellos en la extrema pobreza.
«Las condiciones de pobreza en que se encuentra gran parte de la población resultan en la construcción de viviendas inadecuadas en áreas de riesgo. Es necesario que se apruebe una ley de construcción que regule la forma y el lugar en que se edifican las viviendas», afirmó Nájera.
Las normas de ordenamiento territorial solamente están estipuladas en el Código Municipal, que entrega responsabilidad a los municipios para definir cuales serán las áreas de desarrollo urbano. Mientras, en el Congreso permanece engavetada desde agosto de 2009 una iniciativa de ley sobre la materia, sin que hasta ahora haya sido conocida por el plenario.
La estatal Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred) tiene identificados más de 400 asentamientos humanos en áreas periféricas a la capital, donde las viviendas están construidas en laderas y orillas de barrancos.
«Nosotros recomendamos que no se autorice la construcción de viviendas en estos puntos», dijo un vocero de la Conred, David De León.
Sin embargo, como las familias se instalan de todos modos, «se buscan los mecanismos para establecer sistemas de alerta temprana para evacuación, aunque la mayoría de personas se niega a salir hasta el último momento», expresó De León.
Nájera dijo que los estragos ocasionados por estas lluvias fueron potenciados por la resequedad de la tierra luego de que el país se viera afectado por altas temperaturas y una sequía el año pasado. A la sequedad contribuye también la deforestación, dijo el analista.
«Con las lluvias el agua se filtró entre la tierra y provocó los desprendimientos, aspecto que se une al riesgo que representa construir en zonas no apropiadas«, subrayó.
aj / Reporte360