A más de uno, nuestras queridas madres nos hicieron sufrir la gota gorda, ¿Quién no se acuerda cuando nos decían: No hagas esto porque te puede ir mal? Y nosotros no hacíamos caso y al final el resultado no era el deseado; y siempre que estábamos tratando de asimilar nuestro error, nuestra sacrosanta madre nos veía con una cara de pobrecito… y cuando corríamos por un abrazo, ella nos decía ¡te lo dije!
Madre adorada, madre querida, gracias a ti y a tus enseñanzas….
Me enseño a apreciar un trabajo bien hecho. “¡Si se van a matar, háganlo afuera! ¡Acabo de terminar de limpiar!”
Me enseño lógica. “¡Porque yo lo digo! ¡Por eso… y punto!”
Me enseño ironía. “Sigue llorando y yo te voy a dar una razón verdadera para llorar.”
Me enseño a ser ahorrativo. “¡Guarda las lágrimas para cuando me muera!”
Me enseño la envidia. “¡Hay millones de niños menos afortunados en este mundo que no tienen una mamá tan maravillosa como la tuya!”
Me enseño odontología. “¡Me vuelves a contestar y te estampo los dientes en la pared!”
Me enseño rectitud. “¡Te voy a enderezar de un fregadazo!”
Por otro lado las madres tienen frases características para todo tipo de ocasión y acción
Cuando no apreciamos el trabajo de nuestra madre. Un día de estos se levantan y no me van a encontrar, y a ver qué hacen…
Cuando siempre dejamos todo tirado. Como aquí tienen a la ‘sirrrrvienta’ que les hace todo.
Cuando eres el hermano mayor y eres un desastre. Ese es el ejemplo que les está dando a sus hermanos.
Cuando no somos agradecidos. Uno les contesta el teléfono y ni siquiera dicen buenos días o por favor.
Cuando no respetamos horarios ni hacemos caso. Usted no se manda solo, cuando trabaje y se mantenga, hablamos.
Cuando tenemos novia (o). Pero si se acaban de ver, no entiendo por qué siguen hablando por teléfono.
Cuando nos cachan con la novia (o). Aquí no es hotel o ustedes qué creen ¿que esto es un hotel?
Cuando el novio habla a altas horas de la noche. Estas no son horas de llamar a una casa decente.
Cuando no hacemos caso. Ahorita que llegue tu papá arreglamos cuentas.
Y recuerden las madres siempre tienen un sexto sentido, sabias son las palabras tales como esa muchachita no te conviene, te lo digo por tu bien, esas amistades no me gustan.
Y si no hacemos caso y confiamos en su instinto siempre recibiremos frases como estas, te lo dije, siempre tengo razón y nunca me haces caso. Pero al final siempre nos dirán para mí siempre serás mi bebé.