Carmen López, del Instituto Geográfico Nacional, y Joan Martí, del Consejo Superior de Investigaciones Científicas, han explicado en rueda de prensa que es probable que esta fase eruptiva esté concluyendo y han señalado que así lo demuestran parámetros como la señal de tremor, que disminuye gradualmente, al igual que la sismicidad, mientras que la deformación de la isla se ha estabilizado y en algunos puntos ha disminuido.
López ha explicado que aún así se mantendrá el seguimiento de la situación hasta que se vuelva a los valores normales registrados antes de que en julio comenzaran los movimientos sísmicos que precedieron a la erupción volcánica submarina.
Mientras que haya señal de tremor habrá erupción, ha afirmado López, que ha insistido en que se mantendrá la vigilancia por si se produjera una reactivación.
Joan Martí ha afirmado que aunque no es descartable que se trate de una erupción por fases en esta ocasión no hay indicios de que pudiera serlo y ha insistido en que se trata de una erupción volcánica submarina «como muchas que ha habido y habrá en Canarias».
El investigador del CSIC explicó que se han recogido muestras de basalto, lo que demuestra que hubo erupción, que tuvo una primera salida en torno a los mil metros de profundidad y posteriormente a unos doscientos metros, momento en el que se han visto los efectos como un burbujeo y la presencia de lava.
La erupción ha sido pequeña con una duración de pocos días, semanas o podría ser de unos pocos meses, y pidió prudencia porque puede continuar durante unos días.
Carmen López dijo que los datos dan que pensar que el proceso pierde fuerza pero no se puede establecer un límite temporal, y Joan Martín comentó que parece que la tendencia es a terminar, pese a lo cual insistieron en que debe continuar la vigilancia.
Joan Martí destacó que el seguimiento que se ha hecho de este proceso ha demostrado que se está en situación de ser capaces de tener un control sobre cualquier variación que se refiere a la actividad volcánica.
En cuanto a la recuperación marina Carmen López señaló que deberán ser los biólogos quienes hablen de ella pero destacó que el magma quedará en el fondo oceánico, mientras que la mancha que originó la erupción el mar la disolverá.
Joan Martín indicó que los biólogos serán quienes expliquen el proceso de recuperación pero se mostró optimista porque aunque el impacto negativo ha sido inmediato y el positivo será a largo plazo el mar se recupera mucho más rápido que la tierra.