Estados Unidos estudia posibilidad de un bloqueo naval a Venezuela, durante una reunión a puerta cerrada convocada en Washington el pasado 10 de abril, el Centro de Estudios Estratégicos Internacionales, con la presencia de representantes y exfuncionarios del Departamento de Estado, Consejo Nacional de Inteligencia, Consejo de Seguridad Nacional y el almirante Kurt Tidd, excomandante del Comando Sur de Estados Unidos bajo el título: “Evaluación del uso de la fuerza militar en Venezuela”.
Durante una entrevista telefónica, Fernando Cutz,especialista en Venezuela del Cohen Group, quien asistió a la reunión “secreta” en Washington, expresó que “no es posible una invasión, pero algo de baja intensidad, como un bloqueo naval, tal vez serviría para salir de esta situación de tablas” y añadió que “solo sería factible si hay apoyo de otros países”.
Tal parece que EEUU tienes distintos planes en el caso de Venezuela, el Plan A era el diálogo entre la oposición y el oficialismo o un cambio de gobierno instantáneo al autoproclamarse el diputado Juan Guaidó el pasado 23 de enero. Mientras, el Plan B sería el uso de las fuerzas militares en Venezuela, solo que ninguno de los países del Grupo de Lima, ni Colombia es partidario de esta opción, además de la opinión de algunos líderes del Congreso estadounidense que están completamente en contra de esta acción.
Aunque queda otra opción, en la que la Comunidad Internacional cumple su papel , y la cual no sería del agrado de los 53 países (entre ellos muchos europeos) que reconocieron a Guaidó, y facilite una solución negociada. Si esto ocurre, el foco de interés diplomático se irá desplazando desde Washington a Ciudad de México.
En este caso el gobierno de Andrés Manuel López Obrador, se ofreció a realizar negociaciones entre el presidente Nicolás Maduro y la oposición. Hasta la fecha, los opositores criollos se han negado.
Uruguay con el Mecanismo de Montevideo y la Unión Europea, apoyan al plan mexicano, aunque consideran que llamar a elecciones generales abriria las negociaciones entre ambos bandos.
Por su parte los mexicanos exponen que “apoyan el diálogo como su Plan A” indicó durante una entrevista el vicesecretario de Relaciones Exteriores del Gobierno López Obrador, Maximiliano Reyes Zúñiga en donde dijo también que “y no ligamos este diálogo a las elecciones porque es una decisión que deberían tomar los venezolanos; nuestra Constitución nos prohíbe apoyar el intervencionismo”.
Dicho eso, Reyes insiste en que “tiene que haber una solución democrática y esto significa un proceso electoral, pero acordado desde dentro”. Hay que presionar para que “sean elecciones creíbles; no vamos a entregar un cheque en blanco al régimen de Nicolás Maduro“, explica. En lugar de un proceso encabezado por la administración de Washington, “el organismo que tiene que dar estas garantías es la ONU”, insiste.
Incluso hablar de los pros y contras de acciones militares en Washington es peligroso, advierte: “Estamos haciendo todo lo que diplomáticamente está en nuestras manos para que no haya una intervención militar. Hemos sido victimas de las injerencia militar en México y sabemos que tendría consecuencias graves para toda la región”, reseñó el Diario La Vanguardia.
La propuesta mexicana de diálogo ha sido ninguneada por la oposición de Guaidó y los países que defienden forzar la salida de Maduro. “Es decepcionante que México se haya desacoplado de otros países latinoamericanos que quieren derrocar a Maduro”, afirma Cutz, de origen brasileño, que descarta negociaciones con Maduro y propone entablar conversaciones con los militares venezolanos.
Pero Reyes destaca que “somos, hoy por hoy, el único país que tiene contacto a primer nivel con todas las partes, tanto el régimen del presidente Maduro como la oposición de Guaidó, con Estados Unidos, el grupo de Lima y también con España y Europa; esto ha sido reconocido por todos ellos porque la situación está estancada y creen que en algún momento va a ser necesario hablar”.
“Nuestro enviado principal –añade– estuvo en Caracas la semana pasada y ha mantenido reuniones al más alto nivel con las dos partes y esperamos que pueda haber una señal que puede ser el inicio de una solución pacífica”.
Hay asuntos que deben ser tratados antes de que se convoquen elecciones, dice Reyes. Uno son las sanciones y el embargo petrolero aplicado por Estados Unidos con el apoyo de otros países, sobre todo Canadá. Aparte de agravar la crisis humanitaria en Venezuela, distorsionaría cualquier votación: “El bloqueo es terrible porque rompe un principio básico de las elecciones que es la equidad”, dice.
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