Entre gritos y aplausos arrancó el espectáculo musical que este viernes reunió a diversos artistas en el Palacio de Eventos de Maracaibo.
A las 9:30 de la noche, el concierto “Ofrenda de Amor” abrió su telón bajo la animación de los zulianos Daniel Sarcos y Elianta Quintero, quienes dieron la bienvenida a la segunda edición de este evento que recaudó fondos destinados a las obras sociales de la Basílica Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios.
“Qué feliz estoy de estar en casa, de sentirme en familia, de apoyar esta hermosa causa con la que se puede transformar tiempos difíciles en esperanza”, expresó Daniel.
Por su parte, Eleanta, quien salió al escenario con un elegante vestido largo azul marino, manifestó sentirse honrada de formar parte, por segundo año consecutivo, de una velada que apoya y sustenta importantes obras sociales. “¿Quién no se siente orgulloso de ser zuliano? Gracias por este gesto de amor, Maracaibo. Esta será una noche inolvidable”, gritó.
Tras la intervención de los animadores, el cantautor venezolano Héctor Urribarrí fue el primer artista en subir a la tarima para dar inicio al repertorio musical que encendería la velada. Un total de nueve temas interpretó el joven cantante quien aprovechó la oportunidad para proyectar su lanzamiento oficial al mundo de la música.
Pasadas las 10 de la noche, el párroco del Templo, Eleuterio Cueva, agradeció el apoyo a todos los asistentes por tan maravillosa respuesta a la “Ofrenda de Amor”: “Estamos llenos de gratitud hacia todos aquellos que están colaborando. Cuando somos solidarios estamos cumpliendo con Dios y estamos siendo hijos de María”.
Durante el espectáculo, el padre Eleuterio Cueva hizo entrega de reconocimientos a todas las personas que colaboraron e hicieron posible la función, entre ellos Eleanta Quintero, Daniel Sarcos, Héctor Urribarrí, Guaco, Caibo; así como representantes del Hotel Crowne Maruma entre otros.
A las 10:50 minutos, la Súper Banda de Venezuela, Guaco, saltó a la tarima para ofrecer un espectáculo con más de 30 canciones que pusieron a bailar a los 3 mil 300 espectadores que, con la compra de su entrada, hicieron un aporte al templo mariano anclado en el centro de Maracaibo.
Temas como “Quiero decirte”, “Eres más”, “A comer”, eran coreadas con delirio por todo el Palacio de Eventos que no paraba de sonar las palmas. La tocada fue propicia para que Guaco presentara formalmente a su nuevo integrante, Mark Meléndez, a la fanaticada zuliana.
El momento emotivo de la noche tuvo lugar a las 11:15, cuando Nelson Arrieta, exintegrante de la banda, apareció en el escenario para entonar un popurrí de clásicos que marcaron una época de oro para la agrupación.
En ese instante, la entrada triunfal de la réplica de “La Chinita” descendiendo desde lo más alto hizo vibrar los corazones chiquinquireños. Un profundo sentimiento se apoderó del lugar, de forma inmediata los presentes se pusieron de pie para brindar un fuerte aplauso a “La Santa Patrona” que poco a poco se apostaba sobre los hombros de los Servidores de María que subieron a recibirla.
La “Morenita” vestía en esta ocasión un manto blanco diseñado para la noche con un mensaje que decía. “Soy una China guaquera”.
Ante la pequeña procesión de la Tablita por el escenario, marabinos se mostraron profundamente emocionados mientras cantaban, a grito entero, cada tema de la entrañable serenata mariana que duró cerca de una hora.
Tras el sentido tribuno a “La China”, la producción del evento continuó con un homenaje que preparó para celebrar los 50 años de carrera artística de Gustavo Aguado, líder y fundador de Guaco. Allí, la parroquia eclesiástica Nuestra Señora de Chiquinquirá y San Juan de Dios, le otorgó un relicario de oro y una copia enmarcada de su fe de bautismo que lo reafirma como fiel seguidor chiquinquireño.
Ya pasadas las 12:30 de la mañana, la música volvió a su máximo apogeo, y para cerrar su presentación con broche de oro, Guaco llamó a la tarima a Amilcar Boscán, otro reconocido y exitoso exintegrante de la banda con el que cantaron recordados clásicos como “Cepilla’o”, “El Billetero”, “El Pastelero”.
La actuación de Guaco llegaba a su fin; sin embargo, el público aclamaba más, pedían su más reciente éxito, fue entonces cuando comenzó a sonar “Baja”, tema que arrancó un estruendoso grito entre los asistentes y con el que se despidió la Súper Banda de Venezuela.
La noche avanzaba y entre los presentes aún quedaba energía para quemar. A la 1:30 de la madrugada los muchachos de Caibo salieron a rematar el concierto “Ofrenda de Amor” con su particular estilo musical.
“Sandunguera”, “Bájate de esa nube” y “Ella fue”, dieron un giro rítmico al show. El público, que aún permanecía de punta en blanco, coreaba y bailaba los temas de estos chamos que ya se posicionan entre los más influyentes del país.
Justo a las 2:10 am, Neguito Borjas, reconocido gaitero, subió a la tarima para entonar “La Promesa”, tema que dio paso a una nueva aparición de “La Chinita” en el escenario.
Tras la inesperada interpretación, ambos vocalistas insistían en que aún quedaban más sorpresas. El público ansiaba conocer cuál sería la novedad. De pronto, la agrupación Revés Épico salió para seducir a los espectadores con sus temas promocionales en una corta intervención.
Sin embargo, ahí no terminó todo, era hora de la sorpresa ya anunciada, Caibo llamó al escenario a la agrupación gaitera “Los Chiquinquireños”, que junto a Neguito Borjas, Luis Fernando de Guaco, Revés Épico y hasta Daniel Sarcos, cantaron un popurrí emblemáticas gaitas que despertaron el sentimiento zuliano.
Una serenata conjunta que honró a la “Reina Morena” y que entre aplausos y emociones se despidió de los presentes a las 3:30 am, para dar por terminada una noche llena de fervor, talento y alegría que unió a miles de ciudadanos en una misión de bondad.
Johan Rangel
Fotos: William Ceballos
Videos: Juan Camacaro
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