Sin embargo, también en medio de la adversidad pueden pasarse facturas. Inconforme con los resultados obtenidos el pasado domingo en el estado Sucre, el diputado Mauricio Mudarra (PSUV-Sucre) solicitó al gobernador Enrique Maestre que renuncie a la vocería del buró político regional del Partido Socialista Unido de Venezuela.
Los rojos esperaban arrasar en esta entidad oriental. No obstante, la Mesa de la Unidad Democrática conquistó tres de las seis curules en disputa. Al final, la tarjeta del PSUV acumuló 170 mil 541 votos (51,40%) y la alianza opositora sumó 157 mil 239 (47,39%).
Revisados estos números, Mudarra exigió a Maestre que remueva a su tren de gobierno, al considerar que «buena parte de ellos son elementos de Acción Democrática y Copei que no contribuyen con la construcción del socialismo».
El representante ante la Asamblea Nacional definió con estos términos la gestión del mandatario regional: «déspota, autoritaria, arrogante y soberbia». Por esta razón, requirió a su copartidario que abandone la vocería del partido y respete a los dirigentes locales escogidos por las bases del PSUV.
«Maestre debe facilitar el debate interno para corregir los entuertos y enderezar la situación», sentenció, con precaución, el parlamentario.
El legislador aclaró que no pretende una «cacería de brujas», al contrario, propone ejecutar una política que permita «recuperar la credibilidad del gobierno regional».