Los celulares se han convertido en una parte imprescindible de la vida de muchas personas, porque los utilizan absolutamente para todo. Gracias a sus opciones y sobre todo, a la posibilidad de conexión a Internet, estos celulares se han convertido en la ventana de bolsillo al mundo entero.
En el banco, en la parada del autobús, en el descanso del trabajo… Siempre que hay un pequeño hueco libre aprovechamos para revisar nuestros correos, para mandarle mensajes a nuestros amigos o buscar el último vídeo gracioso que está triunfando en la red. Y también lo hacemos justo antes de ir a dormir, lo que puede perjudicarnos más de lo que pensamos.
El mirar una pantalla tan luminosa, normalmente con el resto de la habitación a oscuras y desde tan cerca puede provocar indeseables efectos secundarios en nuestro sueño. De hecho, una de las principales consecuencias es el insomnio, la imposibilidad de coger el sueño pronto, la mala calidad del sueño, la dificultad para recordar las cosas que nos han sucedido ese día…
La descarga de fotones de luz de la pantalla en ese momento, justo antes de irnos a dormir, puede desequilibrar todo nuestro organismo, que ya se estaba preparando para descansar.